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Adquirir medicamentos sin receta supone un riesgo para nuestra salud y se hace necesario llevar a cabo campañas de sensibilización para evitar la automedicación.
Aunque se trata de comportamientos minoritarios, tal y como apuntan los resultados de una encuesta realizada por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). En ella se revela que, en el último año, el 12% de los consumidores adquirió medicamentos sin disponer de la receta necesaria para su retirada. Además, hubo un 5% que lo intentó pero no lo consiguió. El objetivo de esta encuesta, en la que participaron más de 900 consumidores, ha sido valorar el grado de automedicación que tienen los consumidores españoles y que tipo de prácticas llevan a cabo en lo referente al uso de los medicamentos.
Un 39% de los que compraron antibióticos sin receta los usó para tratar síntomas catarrales a pesar de que estos son ineficaces
Los antibióticos son los fármacos que más se compran sin receta, en un 36% de los casos. Le siguen los antiinflamatorios (34%), analgésicos (30%) y protectores gástricos (23%). Un dato preocupante para la OCU es que un 39% de los que compraron antibióticos sin receta los usó para tratar síntomas catarrales a pesar de que estos son ineficaces. Éste es un mal uso de estos fármacos que tiene como grave efecto indeseado la proliferación de resistencias bacterianas.
Las personas que realizan esta práctica inadecuada lo suelen hacer acudiendo a una farmacia de confianza con la excusa de llevar la receta más tarde. Un 39% utiliza este método frente a un 33% que admite no dar más explicaciones. Un dato preocupante es que el 28% de los que compran medicamentos sin receta, lo hace en farmacias donde no existe esa relación de confianza.
Según la OCU, el consumo de fármacos en nuestro país es algo elevado, ya que gastamos una media de 18 euros al mes en ellos e incluso un 62% de los encuestados que no tienen ninguna enfermedad crónica admite tomar al menos un tipo de medicamento al mes. Analgésicos, antiinflamatorios y antiácidos son los medicamentos que más aparecen en la mayoría de hogares y este importante gasto hace que los botiquines de los hogares españoles “estén bien surtidos”, apuntan desde la OCU.
El 19% de los encuestados consumió antibióticos que le habían sobrado de un anterior tratamiento sin acudir antes a un profesional
Aunque existen fármacos que sí se pueden adquirir sin receta, como los antihistamínicos y antidiarreicos, tampoco es conveniente que haya ansiolíticos, pastillas para dormir y mucho menos antibióticos, de los cuales un 38% admite tenerlos en su casa sin haberlos adquirido con su correspondiente prescripción médica. La presencia de estos últimos, según explica la OCU, se debe a que el 19% de los encuestados consumió antibióticos que le habían sobrado de un anterior tratamiento sin acudir antes a un profesional, a pesar de que ésta no es la práctica adecuada. Lo correcto en estos casos es tomar los antibióticos solo bajo prescripción y hasta completar el tratamiento.
Otro comportamiento poco recomendable se refiere a la información sobre las interacciones entre distintos medicamentos. En este sentido, un 20% de los encuestados nunca las comprueba. El porcentaje es aún mayor en el caso de los remedios herbales: un 46%, lo que para esta organización confirma la percepción de que muchos consumidores asocian un producto natural a ser totalmente inocuo. Es más, un 18% de los encuestados piensa que no pueden tener efectos adversos de ningún tipo cuando en absoluto es así.
Existen muchas creencias falsas arraigadas entre los consumidores, como por ejemplo que un 25% piensa que los fármacos de marca son más fiables que los genéricos
Además, existen muchas creencias falsas arraigadas entre los consumidores, como por ejemplo que un 25% piensa que los fármacos de marca son más fiables que los genéricos, mientras que el 5% de encuestados no tiene para nada en cuenta la fecha de caducidad de los medicamentos. Otro dato preocupante es que el 10% opina que los medicamentos sin receta no representan ninguna amenaza seria para nuestra salud en caso de un uso inadecuado.
Sin embargo, no todo es malo. También hay comportamientos positivos entre la gran mayoría de consumidores. De hecho, de la encuesta se desprende que un 76% de encuestados sigue los tratamientos prescritos hasta el final y de forma metódica y un 62% lee siempre los prospectos antes de empezar a consumir un medicamento. Siete de cada diez son, además, muy escrupulosos con las medidas de conservación recomendadas.
