..Cristina Cebrián.
El tratamiento de las enfermedades crónicas supone uno de los mayores desembolsos sanitarios de nuestro país, aproximadamente el 80% del gasto se destina a estas patologías que padece la mitad de la población en España, algo más de 20 millones de personas. Con estas cifras, los directivos de la salud se enfrentan a una serie de retos como el estudio y desarrollo de resultados, así como la calidad y seguridad del paciente en la gestión de la cronicidad.
Para Carlos Mur, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y director gerente del Hospital Universitario de Fuenlabrada, la variable del aumento del gasto supone que la sostenibilidad del sistema sanitario esté en permanente cuestión, a pesar de que no se hayan realizado análisis realistas de los costes y las oportunidades en materia de inversión en salud.
Carlos Mur: “Todos los servicios de salud estamos obligados a cambios estructurales de la atención, potenciando nuevas unidades de asistencia a la cronicidad y reorganizando la complejidad para poder realizar políticas de desinversión”
“Con ese 80% aumentando, todos los servicios de salud estamos obligados a cambios estructurales de la atención, potenciando nuevas unidades de asistencia a la cronicidad y reorganizando la complejidad para poder realizar políticas de desinversión que nos permitan atender adecuadamente las patologías crónicas de alta prevalencia”, señaló el directivo durante el primer Foro #MUGYPS, bajo el título ‘Gestión de la Cronicidad: resultados, calidad y seguridad del paciente’, organizado por la Fundación SEDISA y la Universidad Europea, junto con la empresa Mölnlycke. El objetivo de estos encuentros es poner en contacto el mundo académico y formativo con el análisis de la realidad, un asunto clave para avanzar en la atención de las necesidades reales en el ámbito de la salud.
Prevención de enfermedades crónicas
Si se desgrana el gasto sanitario por comunidades autónomas, se observa que supone aproximadamente el 40%, dentro del cual el 80% se emplea en el tratamiento de cuatro patologías crónicas principales: Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), diabetes, hipertensión e insuficiencia cardiaca, todas ellas con medidas preventivas eficaces.
Carlos Mur destacó la importancia de la promoción de hábitos saludables para ayudar en la prevención de estas enfermedades y poder reducir así el gasto. En este sentido, el directivo señaló que “el papel del mundo educativo es clave. Con el envejecimiento progresivo de la población y la alta incidencia de estas enfermedades, un modelo de sistema sanitario sostenible no podrá basarse exclusivamente en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades”.
El 80% se emplea en el tratamiento de cuatro patologías crónicas principales: EPOC, diabetes, hipertensión e insuficiencia cardiaca, todas ellas con medidas preventivas eficaces
Estas elevadas cifras de gasto suponen también un problema en cuanto a la distribución de los recursos, poniéndose de manifiesto la preocupación en referencia a la sostenibilidad del sistema sanitario.
Según Jesús Sanz, coordinador académico del Máster Universitario en Gestión y Planificación Sanitaria para Directivos de la Salud y moderador del Foro #MUGYPS, “el envejecimiento de la población y, en consecuencia, el aumento de las enfermedades crónicas y de la dependencia exige una respuesta específica por parte del sistema sanitario, que obliga al directivo de salud a apostar por el cambio en nuestras organizaciones”. Esa respuesta y el papel del directivo pasa por la importante coordinación y actuación conjunta de todos los actores implicados: organismos gubernamentales, directivos sanitarios, personal sanitario, pacientes, etcétera en el proceso, con el fin de que temas tan importantes como la prevención y promoción sanitaria sean implementados y obtengan la aceptación y desarrollo adecuado en nuestra sociedad.
Formación para gestionar los retos sanitarios
El papel de los directivos de la salud debe centrarse, según Carlos Mur, en considerar las demandas de los pacientes y familiares, que cada vez están más informados, y alinear así las estrategias con la evidencia científico-técnica. “Ello nos dirige a un escenario de atención menos hospitalocentrista, con atención en el domicilio, con uso de nuevas tecnologías y una medicina cada vez más individualizada y de precisión”, explicó.
El papel de los directivos de la salud debe centrarse en considerar las demandas de los pacientes y familiares, que cada vez están más informados
De ahí que la formación sea clave para que los gestores sanitarios lleven a cabo su labor dirigida a mejorar los resultados. Tal y como destacó Jesús Sanz, “un perfil adecuado al puesto en cuanto a formación y experiencia, así como una evaluación centrada en objetivos y resultados serán los mejores garantes de unos niveles de profesionalización adecuados entre los directivos sanitarios”.
De modo que la formación debe planificarse con el objetivo de ampliar los conocimientos de los gestores y mejorar sus habilidades de gestión para hacer frente al complejo entorno sanitario actual, “un sector en profunda transformación en el que todos los agentes presentes deben trabajar de manera conjunta para ofrecer soluciones eficaces y eficientes a retos cada vez más exigentes”, concluyó Sanz.