Los médicos residentes exigen atención porque no son mano de obra barata

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La reciente polémica levantada por la formación de los médicos residentes de Granada y dado que entre los fines de la Organización Médica Colegial se encuentra la ordenación, en el ámbito de su competencia, del ejercicio de la profesión médica, la representación exclusiva de la misma y la defensa de los intereses profesionales de los colegiados, la Sección de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo de la OMC ha hecho unas manifestaciones en las que recuerda que la supervisión de los médicos residentes debe ejecutarse conforme a lo previsto en el Real Decreto 183/2008, Artículo 15 La responsabilidad progresiva del residente.

Como el periodo de residencia es de formación, desde esta vocalía se pide que se cumpla la normativa vigente, velando “por la formación de los médicos residentes, abogando siempre por el diálogo para que se cumplan nuestros derechos y obligaciones con participación de forma activa en las Comisiones de Docencia y organismos implicados, y tomando en consideración otra serie de medidas si el diálogo no conlleva a la consecución de objetivos”.

Los residentes piden que se vele “por la formación de los médicos residentes”

Indican que “…La supervisión de residentes de primer año será de presencia física y se llevará a cabo por los profesionales que presten servicios en los distintos dispositivos del centro o unidad por los que el personal en formación esté rotando o prestando servicios de atención continuada. Los mencionados especialistas visarán por escrito las altas, bajas y demás documentos relativos a las actividades asistenciales en las que intervengan los residentes de primer año.

La supervisión decreciente de los residentes a partir del segundo año de formación tendrá carácter progresivo. A estos efectos, el tutor del residente podrá impartir, tanto a este como a los especialistas que presten servicios en los distintos dispositivos del centro o unidad, instrucciones específicas sobre el grado de responsabilidad de los residentes a su cargo, según las características de la especialidad y el proceso individual de adquisición de competencias.

En todo caso, el residente, que tiene derecho a conocer a los profesionales presentes en la unidad en la que preste servicios, podrá recurrir y consultar a los mismos cuando lo considere necesario“.

El residente pide poder recurrir y consultar a los mismos cuando lo considere necesario

Además, recuerdan que el residente estará obligado exclusivamente a “realizar las horas de jornada complementaria que el programa formativo establezca para el curso correspondiente. En todo caso, no podrá realizar más de siete guardias al mes”.

También añaden que “entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente deberá mediar, como mínimo, un periodo de descanso continuo de 12 horas. En todo caso, después de 24 horas de trabajo ininterrumpido, bien sea de jornada ordinaria que se hubiera establecido excepcionalmente, bien sea de jornada complementaria, bien sea de tiempos conjuntos de ambas, el residente tendrá un descanso continuo de 12 horas, salvo en casos de emergencia asistencial”.

Insisten en que las Comisiones de Docencia “cuenten con una representación mayoritaria del conjunto de los tutores y residentes, a cuyos efectos se tendrá en cuenta el número de titulaciones y naturaleza de las especialidades, el número de residentes que se formen en cada una de ellas, así como las características del correspondiente centro o unidad, para asegurar que se elabore un plan individual de formación, adecuado a la guía formativa o itinerario tipo”.

Por último piden que el tutor “disponga del tiempo necesario para compatibilizar sus funciones docentes con las propias de su ámbito laboral, como primer responsable del proceso de enseñanza-aprendizaje del residente, por lo que mantendrá con este un contacto continuo y estructurado, cualquiera que sea el dispositivo de la unidad docente en el que se desarrolle el proceso formativo, promoviendo el desarrollo y cumplimiento de las actividades docentes, científicas e investigadoras del MIR, y proponiendo un programa formativo adaptado a las necesidades individuales, entre otras”.

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