..Juan Pablo Ramírez.
Decía el presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), José Miguel Cisneros, que la mitad de las prescripciones de antibióticos en España es inadecuada. Somos el primer país de la Unión Europea en consumo de antibióticos y uno de los más afectados por las infecciones causadas por bacterias multirresistentes. No es de extrañar. Cuántas veces hemos escuchado a un familiar o a un amigo decir que se están tratando un resfriado con amoxicilina. Es imposible hoy que un médico recete un antibiótico para tratar un simple catarro, pero estos medicamentos siguen llegando a la población con demasiada facilidad.
Y qué difícil es explicar a una persona que un antibiótico no sirve para tratar un resfriado común. Con un “a mí me va muy bien” se zanja cualquier discusión y no hay más que hablar. Somos un país al que le falta base científica. Desde el colegio. Metemos en el mismo saco a los virus y a las bacterias como si se combatieran igual.
SEIMC nos descubrió la semana pasada que más de 35.000 personas fallecen al año por infecciones causadas por bacterias multirresistentes
Mientras no se tomen medidas, el problema seguirá creciendo. SEIMC nos descubrió la semana pasada que más de 35.000 personas fallecen al año por infecciones causadas por bacterias multirresistentes. La Unión Europea advertía recientemente que en el año 2050 pueden fallecer alrededor de un millón de personas en todo el continente por este mismo mal. Con las cifras que manejamos hoy y el consumo de antibióticos en España, el número de muertes en nuestro país podría ascender a los 100.000 dentro de tres décadas. Hablamos de un problema de salud muy grave.
Hace falta formación a dos bandas. Por un lado, la población debe ser consciente de que no pueden consumir estos medicamentos sin prescripción médica. En más de una ocasión, los expertos han propuesto la posibilidad de incluir en los planes de estudios escolares una asignatura de salud. El abuso de los antibióticos es hoy un argumento más a la hora de defender la necesidad de este asignatura. Por otro, formación para los profesionales. Comentaba el Dr. Cisneros que el conocimiento sobre las bacterias y las multirresistencias ha avanzado tanto en los últimos años que es complicado abarcarlo. Son muchos los profesionales, desde atención primaria a hospital, que deben prescribir antibióticos.
El esfuerzo, por tanto, debe ser importante. No así la inversión. Con una cifra cercana a los cuatro millones de euros podría solventarse gran parte del problema
El esfuerzo, por tanto, debe ser importante. No así la inversión. Con una cifra cercana a los cuatro millones de euros podría solventarse gran parte del problema, a juicio del Dr. Cisneros. Si tenemos en cuenta que el gasto sanitario del Estado y las comunidades autónomas ronda los 70.000 millones de euros, no parece un desembolso disparatado. Sería suficiente para financiar esa formación y utilizar de una forma más eficiente los antibióticos que tenemos para frenar el avance de las multirresistencias. Si somos capaces de conseguirlo los ahorros generados a largo plazo probablemente superarían la inversión anual.