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Tras publicarse los datos de las listas de espera quirúrgicas y de consultas del Sistema Nacional de Salud (SNS) recopilados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que informan sobre la situación a 31 de diciembre de 2017, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) reivindica la necesidad de utilizar todos los medios hospitalarios que, tanto públicos como privados, puedan reducir dichas listas.
En toda España, las cifras ponen de manifiesto un incremento de dos días en el tiempo medio de demora para someterse a una intervención; así, se pasó de los 104 días de junio de 2017 a los 106 actuales.
Carlos Rus: “Se están desaprovechando recursos sanitarios y se está obviando la colaboración que ofrece la sanidad privada”
Carlos Rus, secretario general de ASPE considera que “se están desaprovechando recursos sanitarios y se está obviando la colaboración que ofrece la sanidad privada, algo que descongestionaría considerablemente las listas de espera”, cifra que se estima en “casi 600.000 pacientes que están en esta situación. Una cifra, cuanto menos, preocupante”.
Por otro lado, los datos también muestran cómo el tiempo medio para la primera consulta con el médico especialista aumenta hasta los 66 días, ocho días más que seis meses antes, pero seis menos que la media en diciembre de 2016. Asimismo, se establece que la media de pacientes que esperan consulta con un especialista es de 45,87 pacientes por cada 1.000 habitantes.
Traumatología, Oftalmología, Dermatología y Otorrinolaringología son las especialidades con mayor demora y con mayor porcentaje de pacientes en lista de espera
Las especialidades con mayor demora y con mayor porcentaje de pacientes en lista de espera son Traumatología, Oftalmología, Dermatología y Otorrinolaringología, áreas en las que la sanidad privada cuenta con especialistas cualificados y con centros sanitarios de referencia.
Ante estos datos, ASPE insiste en que los diferentes modelos de colaboración público-privada que existen garantizan y refuerzan la igualdad de trato a toda la población, contribuyendo así al buen funcionamiento de todo el conjunto del sistema sanitario. “Es necesaria una colaboración real entre el sistema público y el sistema privado para hacer posible su buen funcionamiento y su sostenibilidad”, concluye Rus.