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Los resultados preliminares de un estudio coordinado por la jefa de grupo del CIBEROBN en la Univerisidad de Valencia, Dolores Corella, concluyen que percibir menos los sabores podría estar relacionado con la obesidad ya que se genera una mayor necesidad de comer para saciarse.
En palabras de la Dr. Corella, “esta nueva línea de investigación nos permite abrir una nueva vía para luchar contra la obesidad a través de dietas que den más relevancia al sabor de los alimentos, además del aporte calórico y de nutrientes”. “De esta forma”, prosigue, “la persona con obesidad logrará apreciar más los sabores (cuya percepción tiene disminuida), consiguiendo que se pongan en marcha los mecanismos cerebrales relacionados con la recompensa y saciedad que evitan que siga comiendo”.
Estudio que pone de manifiesto que la apreciación del sabor y la obesidad están relacionados
El objetivo de la investigación es ambicioso, ya que se intenta demostrar que la apreciación del sabor y la obesidad están relacionados. Para lograrlo, los investigadores han empleado una “escala” de percepción de los cinco sabores
Con esta investigación se intenta demostrar en humanos que la apreciación del sabor y la obesidad están relacionados. Para ello, los investigadores han empleado una escala de percepción de los cinco sabores principales -salado, dulce, amargo, ácido y umami, considerado este último desde hace años como el quinto sabor y que procede del glutamato monosódico- en su conjunto y relacionaron el índice de masa corporal (IMC) con la percepción del sabor.
Los primeros resultados ponen de manifiesto que las personas no obesas el sabor lo perciben mucho más que las personas con obesidad. Y demuestran además que incluso entre los obesos, las personas con obesidad moderada -con un IMC de 30 a 35 kg/ m2– detectan más el sabor que las personas con mayor grado de obesidad -IMC mayor de 35 kg/m2, aportando nuevos datos en humanos que están en línea con lo observado recientemente en modelos experimentales con ratones principalmente.
En 2016 más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones tenían eran obesos
Desde 1.975 se triplicó el número de personas obesas en el mundo; y en 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. Uno de los hábitos saludables para prevenir el sobrepeso es realizar una actividad física de intensidad moderada, unos 20 minutos diarios, como por ejemplo, andar a un ritmo elevado, pero sin llegar a tener fatiga. Junto a ello se recomienda consumir una dieta rica en verduras y cereales integrales, sin olvidar la ingesta de fruta, y también incluir aceite de oliva, legumbres, frutos secos crudos, pescado, carne de ave y lácteos desnatados, y evitar por encima de todo el consumo de azúcares refinados y la grasa saturada.
