Los médicos se decantan por emplear una definición de salud cada vez más ‘amigable’

..Flor Cid.
‘Estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente ausencia de enfermedades’. Poner en cuestión esta definición de salud que planteó en 1948 la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido el objetivo del asesor médico de la publicación ‘El Tiempo’, Carlos Francisco Fernández, en su reciente reportaje publicado en este soporte.

En su opinión, el problema surge de la imposibilidad de abarcar el estado que propone el concepto, prácticamente por parte de ninguna persona. Y así lo señala el Dr. Alejandro Jadad, importante especialista en salud pública. Pequeñas dolencias como usar lentes para ver mejor o sentirse ansioso por algún motivo, coducirían a un individuo a no encajar con la mencionada definición. Situación que dista mucho de la realidad ya que, por esta regla de tres, la mayor parte de la población no se encontraría en un estado saludable.

Pequeñas dolencias como usar lentes para ver mejor o sentirse ansioso por algún motivo, coducirían a un individuo a no encajar con la definición de salud de la OMS

Se hace preciso cuantificar el bienestar de la población
Para el presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), César Burgos, optar por una cuantificación del bienestar real de la población, alejándose de las tradicionales estadísticas sobre enfermedades, podría constituir una buena alternativa.

La realidad señala que es creciente el número de profesionales médicos que detectan y refuerzan la necesidad de modificar la definición de salud que ofrece la OMS, para que ésta sea comprendida de un modo más amigable

La realidad señala que es creciente el número de profesionales médicos que detectan y refuerzan la necesidad de modificar la definición de salud que ofrece la OMS, para que ésta sea comprendida de un modo más amigable. De hecho, el jefe del Centre for Global e-Health Innovation (Canadá), Alejandro Jadad, argumenta que la gente pone resistencias a cambiar su mentalidad y posee grandes barreras cognitivas para aceptar la noción de salud como una pandemia.

Una definición alternativa: El concepto de salud como capacidad de adaptarse al entorno cambiante
Otra de las causas que llevan a la búsqueda de nuevas definiciones se fundamenta en el alto grado de medicalización en el que se encuentra la sociedad actual, donde algunos expertos denuncian que somos enfermos permanentes, con un medicamento para cada dolencia. Otro de los grandes motivos se halla en el miedo natural a morir, que conlleva a que el ‘paciente’ se sienta en peligro y recurra al diagnóstico y prescripción médicos en situaciones naturales que considera hipotéticamente amenazantes.

Para ponerle remedio a esta percepción, un grupo de 13 investigadores internacionales acuñaron un nuevo concepto de salud hace 7 años, vista esta como la ‘capacidad de adaptarse y manejar desafíos físicos, emocionales y sociales que se presentan durante la vida’. De este modo, hay que remontarse a la propiedad llamada alostasis, como capacidad de conservar o restablecer un equilibrio fisiológico ante circunstancias cambiantes.

Una definición alternativa: Salud como ‘capacidad de adaptarse y manejar desafíos físicos, emocionales y sociales que se presentan durante la vida’.

Esta nueva corriente pone el foco en los sentimientos, pensamientos y acciones que se desencadenan en las personas en función de su percepción del contexto, tanto desde el punto de vista físico, como desde una perspectiva social. Entra en juego la subjetividad, por encima de la encuesta con datos estadísticos, que va más allá de las fronteras que puede alcanzar un médico, un administrador u otro agente involucrado o participante en el mercado sanitario.

Entra en juego la subjetividad, por encima de la encuesta con datos estadísticos

La medición objetiva y estadística, por lo tanto, queda relegada a un segundo plano, y lo que prevalece es la evaluación de lo que la persona piensa que es su salud según sus circunstancias (algo parecido a la forma de medir el amor o la belleza, como indican los especialistas).

Las evaluaciones basadas en la autopercepción tienen un alto nivel de predicción de la mortalidad

Para reforzar este procedimiento, Kennet Ferraro, Lindsay R. Wilkinson y Yuhwan Lee destacan que estas evaluaciones basadas en la autopercepción tienen un alto nivel de predicción de la mortalidad, además de resultar útiles para llevar a cabo una proyección de la disminución de la función física, la reducción en la asistencia los servicios de urgencias y los gastos agregados en salud (como se señala el asesor de ‘El Tiempo’).

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