..Flor Cid.
El avance tecnológico en materia de estimulación cardíaca es una realidad que, sin embargo y por muy destacado que sea, a veces lleva asociada una necesidad de cambio en el estilo de vida del paciente. Además, la prevalencia de las enfermedades relacionadas con la fibrilación auricular tiene un elevado impacto sociosanitario. De hecho, según indica la Revista Española de Cardiología, más de un millón de personas sufre fibrilación auricular, con una prevalencia mayor del 4% en la población adulta (mayores de 40 años). La previsión es que ésta crezca hasta duplicarse en los próximos años.
Los dos principales estimuladores cardiacos son los marcapasos y los desfibriladores automáticos implantables
Los dos principales estimuladores cardiacos son los marcapasos y los desfibriladores automáticos implantables. Ambos han experimentado notables modificaciones, sobre todo en lo que respecta a la disminución de su tamaño y peso, y al gran aumento tanto de su longevidad como de la duración de sus baterías. Sin embargo, lo más destacable es la programación de los dispositivos, que es donde está la verdadera clave del avance experimentado en estimulación cardíaca, y que es lo que permite que sean cada vez más personalizables.
Una de las principales claves del avance experimentado por la estimulación cardíaca reside en que los mecanismos son cada vez más personalizables a través de la personalización
Avances en los dispositivos: menos invasivos, mayor duración y más prestaciones
Fuentes expertas califican el avance que se ha producido en los dispositivos empleados para la estimulación cardíaca como “una maravilla“, tanto en personas que llevan a cabo un cambio en su estilo de vida, como en aquellas que no quieren o no pueden realizarlo.
No obstante, su gran progreso podría generar dudas sobre si es preciso o no cambiarlos cada cierto tiempo, como ocurre con instrumentos de otros sectores tecnológicos, que pueden quedar desfasados por este motivo. “Los avances que se hacen en estos dispositivos, que están muy elaborados ya, son de ir añadiendo pequeños parámetros para jugar con programaciones”, señalan los expertos. Dispositivos que cuenten con una antigüedad de siete u ocho años, disponen de menos opciones que uno de los que se pone en la actualidad con los que, por ejemplo, el paciente se puede hacer una resonancia magnética. “Este ha sido un gran avance en los últimos años, tampoco es de ahora mismo“, apuntan las fuentes consultadas.
Los dispositivos están cada vez más adaptados a la vida de hoy día, permiten hacer deporte, por ejemplo, y los sensores con los que se aumenta la frecuencia cardíaca le permiten al paciente mantener una mejor calidad de vida. Sin embargo, los expertos remarcan que “un aparato de los que se puso hace siete u ocho años, no está obsoleto“.
Dispositivos más pequeños, con una mayor duración de la batería, con una implantación más sencilla… Queda claro que los principales logros obtenidos apuntan a esta dirección. De hecho, “hay unos marcapasos que simplemente son marcapasos minúsculos, tienen el tamaño de una moneda, y se colocan intracardíaco, para casos muy determinados, no sirven para todos los pacientes”, indican los especialistas, señalando que se trata de dispositivos que no son tan invasivos como meter un electrodo dentro del corazón. Incluso hay desfibriladores que tampoco son ya intracardíacos, sino que son subcutáneos, también para casos muy determinados y no aplicable a todos los pacientes que necesitan un desfibrilador.
Los avances van enfocados a la obtención de aparatos menos invasivos, con mayor duración y más prestaciones
En definitiva, los avances van enfocados a la obtención de aparatos menos invasivos, con mayor duración y más prestaciones. También, la tendencia es a que sean cada vez más personalizables. “De hecho, la programación de estos dispositivos da un abanico de posibilidades muy amplia, y al final acaba siendo una programación individualizada“. Por lo tanto, el mercado pone a disposición del paciente un producto que, si no le va bien, puede jugar con multitud de parámetros que pueden ser reajustados y son capaces de eliminar las sensaciones incómodas que le generan.
El mercado pone a disposición del paciente un producto que, si no le va bien, puede jugar con multitud de parámetros que pueden ser reajustados
Recuperación cada vez más positiva
Otro gran progreso que cabe mencionar es la recuperación cada vez mejor del paciente que ha de hacer uso de estos instrumentos. Se trata de técnicas muy poco invasivas, con un postoperatorio cuya recuperación es prácticamente inmediata, llegando a haber algunos que, incluso, se ponen de forma ambulatoria (sin necesidad de estar 24 o 48 horas ingresados). Algo que, tan solo hace una década, era impensable.