..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad
Comentaba hace pocos días un científico que no había que caer en el error de ver a Pedro Duque como un astronauta y que es una persona capaz de entender la ciencia globalmente. La recuperación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha sido una buena noticia y el nombramiento de Duque ha generado optimismo entre gran parte de la comunidad científica.
Duque se encontrará con un o de los sistemas de ciencia más eficientes del mundo. Con una inversión del 1,19% del PIB, España es la décima potencia mundial en publicaciones científicas. Existe una debilidad clara, la innovación, la famosa ‘i’ minúscula del I+D+i. Y es ahí donde puede aportar el nuevo ministro. Además de al espacio, su experiencia laboral le ha llevado a multitud de empresas innovadoras.
Con una inversión del 1,19% del PIB, España es la décima potencia mundial en publicaciones científicas. Existe una debilidad clara, nuestra capacidad innovadora
Para cambiar el modelo de ciencia español va a encontrar multitud de obstáculos. El primeros de ellos, el tiempo. Es un proyecto que no se puede finalizar en los dos años que queda de legislatura. Ni siquiera en una legislatura completa. Su función será consensuar una estrategia con el resto de fuerzas parlamentarias, un gran Pacto por la Ciencia, que puedan seguir futuros ministros, independientemente del color político del Gobierno.
La falta de financiación es otro de los problemas de nuestra ciencia. La crisis económica ha ocultado los esfuerzos tanto de Cristina Garmendia, ministra de Ciencia en la era Zapatero, y de Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i en la etapa de Rajoy. La inversión en investigación, desarrollo e innovación supone un 1,19% del PIB. Su peso ha ido descendiendo en los últimos años y nos sitúa cada vez más lejos del objetivo del 2%, que es en la actualidad la media europea.
En los últimos años, Vela ha tenido una pelea continua con los presupuestos, peleando siempre para que se incrementara la dotación. Pero no hay que engañarse. La iniciativa privada debe aportar su parte para alcanzar ese 3% del PIB que en realidad nos marca Europa. Es otra de las funciones que tendrá Duque. Promover la inversión privada. Corresponde al Gobierno la obligación de generar un marco estable y predicible que anime el gasto en I+D+i.