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Juan Carlos García, presidente del Sector Cardiovascular, Neurocirugía y Tratamiento del Dolor de Fenin y director del área cardiovascular de Medtronic Ibérica ha explicado a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad algunos de los avances de los dispositivos electrónicos para la estimulación cardiaca. Su posición privilegiada por el gran conocimiento que acumulan tanto Fenin como Medtronic, le hace ser una voz autorizada a la hora de explicar cuál es el futuro próximo.
¿Por qué ya no hay tanto miedo a la estimulación cardiaca? ¿Tanto se ha avanzado?
Efectivamente, la percepción de los pacientes sobre los dispositivos de estimulación cardíaca ha mejorado notablemente en la última década y hay motivos para ello. Lo principal es que las tasas de éxito de estas terapias son altísimas, debido al excelente nivel y la experiencia de los profesionales de nuestro sistema sanitario. Hay varios factores adicionales. Por un lado, en el diseño de un dispositivo ya no solo intervienen factores clásicos como la seguridad y la eficacia, que siguen siendo esenciales. También se piensa en el impacto que tiene el dispositivo en la vida del paciente, en su rutina. Por ejemplo, una cicatriz en el pecho puede suponer un problema que va mucho más allá de lo estético para muchos pacientes, y como industria debemos ser sensibles a esos aspectos. Por otro lado, la incorporación de la telemedicina en el seguimiento de los pacientes ha sido fundamental para “normalizar” su relación con el dispositivo, mejorando la aceptación de estas terapias.
La percepción de los pacientes sobre los dispositivos de estimulación cardíaca ha mejorado notablemente porque las tasas de éxito de estas terapias son altísimas
¿Por qué la prevalencia de las patologías que necesitan estimulación cardiaca es muy alta?
La respuesta más inmediata es que vivimos más y la prevalencia de los trastornos del ritmo cardíaco aumenta mucho con la edad. En las patologías asociadas a bradicardia hay una relación clara entre la mayor esperanza de vida y el deterioro del sistema de conducción cardiaco. En cuanto a las patologías asociadas al implante de un desfibrilador cardíaco, la sociedad en su conjunto cada vez está más sensibilizada con la detección precoz de aquéllas enfermedades que derivan en Muerte Súbita, con un número creciente de jóvenes portadores de desfibrilador implantable. En este sentido, nuestro sistema sanitario ha hecho un trabajo muy importante en la detección de pacientes con riesgo de sufrir Muerte Súbita y tratarlos antes de que se produzca.
Nuestro sistema sanitario ha hecho un trabajo muy importante en la detección de pacientes con riesgo de sufrir Muerte Súbita y tratarlos antes de que se produzca
¿La proyectos para la mejora de los dispositivos están más centrados en el tamaño, la duración de las baterías, la longevidad, la funcionalidad…?
Los avances en la investigación están centrados en conseguir procedimientos mínimamente invasivos y en la miniaturización de los dispositivos. Todo ello asociado a mejores algoritmos diagnósticos y a mayor longevidad de los dispositivos. Otro factor clave, transversal a todas las terapias, es la conectividad del paciente. La incorporación de los dispositivos médicos en el mundo digital a través de aplicaciones y su repercusión en la facilidad de seguimiento para el paciente y en la detección precoz de eventos adversos, suponen un reto de cara al futuro tanto para las compañías como para el sistema de Salud.
Los avances en la investigación están centrados en conseguir procedimientos mínimamente invasivos y en la miniaturización de los dispositivos, además de en la conectividad del paciente
Los avances son muy rápidos, ¿Se quedan los dispositivos obsoletos?
Si pensamos en el paciente al que se le implantó un dispositivo hace 5 o 10 años, y que ha mejorado de su enfermedad, entonces la respuesta es no, su dispositivo no ha quedado obsoleto, pues sigue cumpliendo perfectamente su función. Pero es cierto que la tecnología avanza rápidamente y los dispositivos de hoy permiten tratar mejor a más tipos de pacientes. Si ponemos el ejemplo de la resincronización cardiaca, hace 10 años veíamos normal una tasa de éxito de la terapia del 60%; hoy es del 80%. La mejora en la tecnología, unida a la experiencia de los equipos clínicos, ha permitido esa mejora. Nadie afrontaría una cirugía de hoy con el material de hace 10 años, pero esa tecnología sigue funcionando a la perfección en un número muy alto de pacientes implantados en esa época.
La tecnología avanza rápidamente y los dispositivos de hoy permiten tratar mejor a más tipos de pacientes
Ha habido una cierta polémica con el “hackeo” de los marcapasos, ¿son leyendas urbanas?, ¿se pueden dar?
Hasta el momento, no conocemos ningún caso en el que la seguridad o a la privacidad de un paciente haya estado realmente comprometida debido a un “hackeo”. Aun así, sí se han publicado experimentos en condiciones de laboratorio, en los que se han descrito potenciales vulnerabilidades de seguridad en algunos modelos, que aunque muy difícilmente reproducibles en condiciones reales, ya han sido corregidos por el fabricante. Nuestra industria está plenamente comprometida para proteger la seguridad y privacidad de los pacientes y colabora con organismos y expertos internacionales en la mejora continua de los sistemas de ciberseguridad. En este momento, los estándares que estamos incorporando a nuestros dispositivos tienen el mismo nivel de seguridad que se usa en los sistemas de banca o de control aéreo, considerados los más seguros del mundo.