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La Fundación de Investigación del Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid ha realizado un estudio y, concluye que el empleo terapéutico de videojuegos manejados mediante la interfaz Enlaza que, ha sido desarrollada por el Consejo Nacional Español de Investigación en Ciencias (CSIC) puede aportar beneficios en el desarrollo de niños que tienen parálisis cerebral severa.
Como recoge un comunicado del Hospital Niño Jesús, este estudio tiene como objetivo crear una estrategia nueva que permita recuperar el control del movimiento del cuello y de la postura de niños que tienen su capacidad motora afectada.
En palabras del investigador principal del estudio, el Dr. Sergio Lerma, “el sensor permite interactuar con un juego, así los niños pueden hacer sus ejercicios mientras juegan y supone un estímulo importante que permite realizar la intervención fuera de ambientes clínicos, como en casa, colegio, con amigos”.
Las escalas utilizadas para medir el control del niño sobre el movimiento de la cabeza, como los parámetros referentes al uso de los juegos mejoraron de forma significativa
Según los datos obtenidos, tanto las escalas utilizadas para medir el control del niño sobre el movimiento de la cabeza, como los parámetros referentes al uso de los juegos (puntuación, velocidad de participación y cantidad de ayuda necesaria) mejoraron de forma significativa.
También añade el Dr. Lerma que “los niños que participaron se motivaron mucho por la novedad de poder interactuar con los videojuegos y controlar de forma sencilla las funciones de los mismos”. A su juicio, “esta motivación ha demostrado ser un factor clave en los fenómenos de neuroplasticidad y en el aprendizaje de nuevos movimientos”.
La investigación se inició en enero de 2016 en el Hospital Infantil Niño Jesús y han participado un total de 31 niños y niñas de edades entre los 4 y 17 años con patología neurológica
En enero de 2016 la investigación se puso en marcha en el Hospital Infantil Niño Jesús y, en ella han participado un total de 31 niños y niñas de edades entre los cuatro y los 17 años con patología neurológica, en su mayoría parálisis cerebral infantil. Los datos recogidos hacen referencia a un total de 20 niños que completaron todas las sesiones de entrenamiento y cumplieron con los criterios de inclusión del estudio. Al respecto, Sergio Lerma destaca que “es importante tener en cuenta que los participantes fueron niños con una importante afectación motora” –parálisis cerebral severa- “por lo que obtener beneficios en tan sólo 20 sesiones es algo muy relevante desde el punto de vista clínico”, concluye.