Publicado en El Español La presencia de sangre en las heces es uno de los problemas que más alarma causa en el común de los mortales. De hecho, resulta más que habitual que el médico nos pregunte por la naturaleza y el color de nuestras deposiciones cuando acudimos a su consulta. Aunque no siempre ocurre, la presencia de sangre en las mismas es el síntoma más frecuente para diagnosticar patologías tan graves como el cáncer de colón o la enfermedad de Crohn, o más leves como úlceras o hemorroides. Lo cierto es que muchas veces nuestros restos orgánicos presentan restos de sangre invisibles a simple vista. Los gastroenterólogos utilizan una herramienta conocida como FOBT (o prueba de sangre oculta en heces) para detectarla. Pues bien, ahora, un equipo de investigadores encabezado por Robert J.C. Steele, profesor de la Universidad de Dundee (Escocia), acaba de publicar un estudio en la revista GUT en el que se revela que la presencia de este fluido orgánico en nuestras deposiciones, incluso de forma oculta, se relaciona con “un mayor riesgo de muerte por todas las causas”.