..Flor Cid.
Según estimaciones procedentes de la Sociedad Española del Dolor (SED), hasta diez millones de personas padecen dolor crónico en España. Los dolores más habituales son los de espalda, huesos y articulaciones y desembocan en problemas en los pacientes, tales como insomnio, ansiedad o depresión, entre otros. Debido a esta situación, uno de los principales objetivos en el contexto actual pasa por la obtención de medicamentos no adictivos para su tratamiento. Y de este propósito, unido al avance de las nuevas tecnologías, nace la neuromodulación, que se caracteriza por su capacidad para frenar las señales de dolor que actúan desde los nervios hasta el cerebro. Se trata de un procedimiento que se viene investigando desde hace casi seis décadas pero que, sin embargo, está experimentando notables mejoras en la actualidad, con el desarrollo de dispositivos más sofisticados que propician la puesta en práctica de este tipo de terapias.
La neuromodulación, que se caracteriza por su capacidad para frenar las señales de dolor que actúan desde los nervios hasta el cerebro
Los neuromoduladores a medida tratan el dolor neuropático complejo de forma no invasiva
Los neuromoduladores a medida son marcapasos que se implantan de manera percutánea para enviar impulsos eléctricos controlados a unos electrodos colocados en el espacio epidural o en los nervios periféricos para tratar el dolor neuropático complejo de forma no invasiva y reversible
Uno de los primeros neuromoduladores a medida en nuestro país fue puesto a prueba hace cinco años por la Unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona. Con el objetivo de modular la señal del dolor para que no llegue al cerebro con la misma intensidad, el dispositivo se implanta bajo la piel y envía impulsos eléctricos controlados a unos electrodos que se ubican en el espacio epidural o en los nervios periféricos, en función de dónde esté ubicado el dolor. Los pacientes con dolor neuropático complejo fueron los primeros en desprender resultados, si bien hoy día se está introduciendo en otras clases de dolencias. Y es que el dolor neuropático precisa de estudios neurofisiológicos de gran precisión que permitan conocer cuál es el grado de severidad, así como los nervios afectados. De ahí que los expertos destaquen la importancia de las visitas multidisciplinarias con los pacientes, para alcanzar un suficiente nivel de interacción directa entre todos los profesionales y, en consecuencia, una orientación más efectiva.
Uno de los primeros neuromoduladores a medida en nuestro país fue puesto a prueba hace cinco años por la Unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona
Por su parte, el mercado de la neuromodulación está muy centralizado en grandes compañías estadounidenses dedicadas a la industria de los dispositivos médicos. Los aparatos han ido evolucionando para ser portátiles e incluso, como se ha mencionado, para poder implantarse. El reto reside ahora en conseguir que sean más útiles y duraderos, hecho que pasa por seguir investigando y perfeccionando sus efectos.