Pediatría ve necesario recibir más información sobre la microbiota intestinal, los probióticos y los prebióticos

Síndrome--Intestino-Irritable

..Redacción.
Conocer y distinguir adecuadamente entre probióticos y prebióticos es algo que puede hacer el 80% de los profesionales de la salud dedicados a la especialidad de Pediatría. Además, el 70% de éstos los utiliza en su práctica clínica diaria. Así se desprende de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP).

Aunque cada vez el conocimiento sobre estos microorganismos entre los profesionales de la salud va en aumento, el 99% considera necesario seguir recibiendo más información sobre éstos y todo lo relacionado con la microbiota intestinal. De ahí que uno de los objetivos de este sondeo sea determinar el grado de conocimiento entre médicos y enfermeros españoles especializados en Pediatría.

El 99% de los encuestados considera necesario seguir recibiendo más información sobre éstos y todo lo relacionado con la microbiota intestinal

Por otro lado, aún existe cierto desconocimiento sobre la composición de algunos alimentos, como es el caso de la leche materna, ya que el 31% de los encuestados desconoce que ésta contiene probióticos y prebióticos, a pesar de ser un factor determinante para el desarrollo del sistema inmunológico de los bebés. “A pesar de que, administrados adecuadamente, tanto probióticos como prebióticos son beneficiosos para la salud, es importante distinguirlos correctamente y conocer sus propiedades”, explica Guillermo Álvarez Calatayud, Presidente de SEPyP.

Confusión entre probióticos y prebióticos
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que los probióticos resultan muy beneficiosos para la salud humana, especialmente en productos lácteos para niños y para otras poblaciones de riesgo. Se trata de microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, proporcionan un beneficio para la salud. El 87% de los encuestados por SEPyP afirma utilizar estos microorganismos en su práctica clínica.

Dr. Álvarez Calatayud: “Tanto probióticos como prebióticos son beneficiosos para la salud, es importante distinguirlos correctamente y conocer sus propiedades”

Sin embargo, el 5% de los profesionales de salud consultados confunde los probióticos con los prebióticos, es decir, con ingredientes no digeribles de los alimentos que afectan beneficiosamente al huésped por una estimulación selectiva de la actividad de las bacterias del colon. En este sentido, cuando se preguntó a los participantes en el estudio por el concepto de prebióticos, solo el 74% los identificó y distinguió correctamente, aunque el 52% afirmó que los utilizaba, generalmente en fórmulas pediátricas (28%) y complementos alimenticios (18%). A diferencia de los probióticos, los preparados farmacológicos son la opción menos popular a la hora de administrar prebióticos, ya que solo un 6% de los profesionales afirmó optar por este formato.

Con respecto a los simbióticos, éstos fueron reconocidos e identificados correctamente por el 79% de los profesionales como alimentos funcionales que surgen de la asociación de microorganismos vivos e ingredientes no digeribles, que favorecen el crecimiento de bacterias con efectos beneficiosos para nuestra salud.

La microbiota intestinal comienza a desarrollarse en el mismo canal de parto, donde el feto entra en contacto con millones de bacterias maternas que comienzan a colonizar el intestino 

Ayuda al equilibrio intestinal
El aporte de probióticos, prebióticos y simbióticos al organismo humano guarda relación con el contenido y equilibrio entre las especies bacterianas que conforman la flora intestinal o microbiota. La microbiota intestinal comienza a desarrollarse en el mismo canal de parto, donde el feto entra en contacto con millones de bacterias maternas (lactobacilos y bifidobacterias) que comienzan a colonizar el intestino. Esta flora bacteriana continúa adquiriéndose y diversificándose a lo largo de la lactancia hasta los dos años de vida del bebé, que es cuando ya prácticamente la microbiota está establecida y permanece estable, salvo ciertas circunstancias que puedan alterar su equilibrio. “Cuando el equilibrio intestinal se ve afectado, como por ejemplo, por la alimentación, el estrés, los cambios hormonales, determinadas enfermedades, el uso de antibióticos u otros medicamentos, se puede restablecer gracias a la acción de los probióticos, prebióticos y/o simbióticos”, comenta el Dr. Álvarez Calatayud.

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