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El Sindicato de Enfermería SATSE ha lanzado una advertencia al Ministerio de Sanidad si no se lleva al Consejo de Ministros la modificación consensuada del Real Decreto de prescripción enfermera. Aseguran que, de no ser así, se producirá un grave conflicto asistencial en los centros de salud de todo el país, durante la próxima campaña de vacunación contra la gripe.
“Dudamos de que el Ministerio de Sanidad sea capaz de resolver la aprobación del nuevo Real Decreto de prescripción enfermera antes del inicio de las campañas de vacunación”
El presidente de SATSE, Manuel Cascos, dirigió una carta a la nueva ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, para tratar este asunto. Señala que, a escasas fechas del inicio de la campaña de vacunación de la gripe en los distintos servicios autonómicos de salud, el Ministerio de Sanidad sigue “dando largas” y no concreta cuando se hará realidad en el BOE la modificación del Real Decreto que evitará los problemas asistenciales y profesionales registrados en las campañas de años anteriores.
“Ojalá nos equivoquemos pero dudamos de que el Ministerio de Sanidad sea capaz de resolver la aprobación del nuevo Real Decreto de prescripción enfermera antes del inicio de las campañas de vacunación, con lo que se podría perder una oportunidad inmejorable de dar por zanjado un problema que viene arrastrándose desde hace años”, apuntan desde la organización sindical.
SATSE está estudiando jurídicamente poner esta situación en conocimiento de la Fiscalía General del Estado y sus homónimas de las comunidades autónomas
Vacuna de la gripe sin prescripción
SATSE está estudiando jurídicamente poner en conocimiento de la Fiscalía General del Estado y sus homónimas de las comunidades autónomas, la situación. Consideran que los servicios de salud pueden llegar a obligar a las enfermeras, de hecho y no de derecho, a cometer un presunto delito que, en el caso de tener consecuencias negativas para los pacientes tras poner una vacuna de la gripe sin prescripción médica, dejaría al profesional en una clara situación de indefensión absoluta. Además, apuntan, podrían encontrarse con un posible rechazo del seguro de responsabilidad civil para hacerse cargo de una indemnización por daños o secuelas al paciente, que pudieran ser incluso irreversibles.
El Sindicato recuerda que, tras la entrada en vigor, en 2015, del actual Real Decreto de prescripción enfermera, las enfermeras y enfermeros necesitan contar con el diagnóstico e indicación previa del médico, y de manera individualizada por cada paciente, para poder administrar las vacunas. Una situación que complica mucho la labor de los profesionales y pone en riesgo su seguridad, lo que conlleva un grave conflicto asistencial con la consiguiente peor atención al ciudadano. Por ello, SATSE vuelve a reclamar al Ministerio de Sanidad que agilice la tramitación pendiente para que la modificación del Real Decreto 954/2015 de prescripción enfermera se publique en el BOE antes del inicio de la campaña de la gripe.
Una vez se modifique la norma con el nuevo texto consensuado entre todas las partes, las enfermeras y enfermeros podrán indicar y administrar de manera autónoma las vacunas
Reclamaciones al Ministerio
“Estamos hartos de que el Ministerio de Sanidad se mantenga en una postura de brazos caídos y de la espalda a la seguridad y derechos de los pacientes y profesionales, mostrando su insolvencia política para legislar y protegerlos”, añaden desde la organización sindical.
Una vez se modifique la norma con el nuevo texto consensuado entre todas las partes, las enfermeras y enfermeros podrán indicar y administrar de manera autónoma las vacunas, y lo harán con la seguridad jurídica que garantiza que nadie podrá denunciarles por haber incurrido en un presunto delito de intrusismo profesional, además de tener preservada su responsabilidad civil y profesional.
Nadie podrá denunciarles por haber incurrido en un presunto delito de intrusismo profesional, además de tener preservada su responsabilidad civil y profesional
Por último, SATSE asegura que su asesoría jurídica está elaborando un documento para que, con carácter individual, cada enfermera y enfermero de los centros de salud de todo el país se dirija al cargo directivo responsable de su centro de trabajo declinando en él toda la responsabilidad ante cualquier deficiencia o problema asistencial que se pudiera producir como consecuencia de ser obligado a administrar una vacuna sin cumplir la normativa vigente y, por tanto, no disponer del diagnóstico y prescripción previa del médico.