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El II Congreso Nacional de Nutrición en Oncología que, del 1 al 2 de octubre se ha celebrado en Madrid y al que han asistido cerca de 150 participantes entre oncólogos, especialistas en Nutrición y profesionales de Enfermería, ha servido, además de para posibilitar la actualización tanto del conocimiento como de la colaboración multidisciplinar de las sociedades científicas de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE) y la de Oncología Radioterápica (SEOR) en diferentes temas relacionados con la nutrición en el paciente con cáncer, para poner abordar otros.
Entre ellos, de los más destacados, como indica el vicepresidente de SEOR, el Dr. Jorge Contreras, ha sido desmitificar las dietas “sin fundamento ni supervisión médica”, dietas a las numerosos pacientes recurren para evitar el cáncer o una vez se le es diagnostica. En palabras del propio oncólogo, hoy por hoy se trata de una “práctica muy habitual” que hay que erradicar.
Dietas a las que recurren los pacientes oncológicos, dietas que “carecen de evidencia científica consolidada” en el 50% de los pacientes que recurren a ellas
La cetogénica, la alcalina y la baja en calorías, entre otras, figuran entre las dietas más frecuentes a las que acuden los pacientes oncológicos. Al respecto, según los datos aportados en diferentes estudios y manejando cifras internacionales, alrededor del 50% de los pacientes que padecen un tumor recurre a “dietas” alternativas, que son todas aquellas que se salen de una supervisión por parte de la Medicina convencional y por tanto “carecen de evidencia científica consolidada”.
Propuesta de elaboración de una guía de práctica clínica entre SEOR y SENPE
Entre las conclusiones de este encuentro científico, destacar especialmente la propuesta de elaboración de una guía de práctica clínica entre SEOR y SENPE. En ese sentido, como explica el Dr. Contrera, el documento será fruto de la colaboración tanto de integrantes de SEOR como de SENPE, que como expertos en nutrición del paciente con cáncer, tendrán como objetivo que los profesionales que tratan a estos pacientes realicen una asistencia “homogénea” que permita poder evaluar de forma más precisa los resultados. Se trata de crear unas “recomendaciones sobre actuaciones nutricionales” que los colectivos científicos puedan consultar en la citada guía, añade.
A grandes rasgos, el doctor Contreras señala que la segunda edición de este congreso ha servido para “resaltar los dos grandes aspectos importantes de la alimentación en el paciente con cáncer”, como es la relación entre la alimentación y el riesgo de desarrollo de tumores y el hecho de que a los pacientes con cáncer la dieta le pueda influir tanto en la evolución, respuesta como en el pronóstico una vez que se ha desarrollado la patología.