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El acuerdo alcanzado el pasado mes de octubre entre el Gobierno y Unidos Podemos en relación con los Presupuestos Generales del Estado 2019 establecía una serie de condiciones, como el “blindaje de nuestro sistema sanitario contra corrientes privatizadoras” y la creación de una Comisión para proceder a la “reversión de la privatización de la sanidad pública”, que se ha reunido esta semana en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
En palabras de la presidenta de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Cristina Contel, la celebración de la reunión constituyente de esta comisión se puede calificar como “un despropósito que solo tiene sentido demagógico y propagandístico”.
Cristina Contel: “Desde ASPE consideramos que esta Comisión tendría que contar en todo caso con el colaborador imprescindible del Sistema Nacional de Salud, que es la Sanidad Privada”
El Sistema Nacional de Salud en España se ha convertido en referente internacional y ejemplo para otros países por la calidad de la atención sanitaria y su eficiencia en términos económicos, gracias a la colaboración público-privada. Informes internacionales recientes, como el elaborado por Bloomberg, así lo ratifican y sitúan a nuestro sistema sanitario como el más eficiente de Europa y el tercero en todo el mundo. “Desde ASPE consideramos que esta Comisión tendría que contar en todo caso con el colaborador imprescindible del Sistema Nacional de Salud, que es la Sanidad Privada. No hacerlo equivale a vaciar de sentido cualquier acción que pretenda llevar a cabo”, lamenta Cristina Contel.
Por su parte, el secretario general de ASPE, Carlos Rus afirma que “resulta preocupante que el Gobierno español ampare estos fuegos artificiales que se basan en la crítica a la iniciativa privada en un contexto tan sensible y de tanta eficacia y cooperación demostrada”.
¿Qué pasaría en el caso de una hipotética sanidad exclusivamente de titularidad pública en España?
Para Contel, en “el hipotético -por insostenible- escenario de una sanidad exclusivamente pública en España”, a su juicio, “desembocaría en el colapso inmediato de nuestro SNS, que conllevaría una extraordinaria merma de la calidad, un gigantesco aumento de las listas de espera y un sobrecoste económico inasumible para los presupuestos públicos y un incremento del déficit público”.
La actividad de la sanidad privada ahorra a los presupuestos del Estado miles de millones de euros cada año, genera ingresos adicionales a las arcas públicas mediante los impuestos que pagan sus empresas y atiende, por ejemplo, al 85% de los funcionarios públicos, que pueden elegir entre sanidad pública y privada, y se han decantado por la privada
En términos económicos, el sector sanitario privado representado por ASPE emplea de manera directa en España a más de 260.000 profesionales y supone en torno al 3,5% del Producto Interior Bruto. “Además de la excelencia de la atención y de trabajar cada día para salvar vidas, la sanidad privada es un motor económico del que este país no se puede permitir prescindir”, concluye Cristina Contel.