..Juan Pablo Ramírez
La primera Guía de Atención Integral al Niño Ostomizado nace con el objetivo de estandarizar los cuidados en el Sistema Nacional de Salud. “Uno de los principales errores es utilizar dispositivos no adecuados. Continuamente nos llegan derivados al hospital niños con lesiones por una mala intervención por el uso de un dispositivo no adecuado. Es importante usar el rigor científico”, explicó Ester Sánchez, coautora de la guía, enfermera de la Unidad de Fracaso Intestinal Infantil en el Hospital La Paz y vocal de la Sociedad Española de Enfermería en Cirugía, durante la presentación del cocumento.
La guía nace tres años después de que un grupo de seis enfermeras de hospitales de Madrid, Barcelona y Castellón decidiera emprender este proyecto con la colaboración de Coloplast. Las enfermeras vieron la necesidad de igualar los cuidados a estos pacientes. “La atención a estos niños depende mucho del hospital donde son atendidos, de si ven a más o menos pacientes. Aquí, por número de población infantil, no disponemos de una enfermera estomaterapeuta infantil específica, son atendidos por una estomaterapeuta que presta asistencia a toda la población”, afirmó Antonia Valero, enfermera del Hospital General Universitario de Castellón y presidenta del comité científico de la Asociación Nacional de Enfermería de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales (ANECIPN).
Las enfermeras vieron la necesidad de igualar los cuidados a estos pacientes. “La atención a estos niños depende mucho del hospital donde son atendidos”, explica la enfermera Antonia Valero, presidenta del comité científico de ANECIPN
En los últimos años se ha producido un avance de la ostomía en la infancia. Una de las primeras causas son los partos prematuros. Todos los años se producen entre 27.000 y 29.000 casos, de los que aproximadamente mil son grandes prematuros. Las enfermeras, advirtieron, no obstante, de que en un 90% de las ocasiones las ostomías son transitorias y recuperan la función intestinal. “La mayoría de los niños que vemos son grandes prematuros. Es el grupo que más está creciendo”, destacó María Jesús Guijarro, una de las autoras de la guía y responsable de la consulta de ostomía Pediátrica del Hospital 12 de Octubre. Durante el periodo crítico del prematuro extremo, la vascularización prioriza otros territorios vasculares frente al intestino provocando dicha necrosis. Valero, por su parte, añade que, estos problemas, derivados de la inmadurez de los órganos, hacen que “en ocasiones haya que intervenir a niños de 700 y 800 gramos de peso”.
A la hora de abordar un paciente niño, la enfermera debe “valorar la edad, las características de la piel, la situación clínica y el tipo de ostomía”, señala Sánchez. En función de estas variables, “se elegirá el tipo de dispositivo más adecuado y la intervención de cuidados, así como los accesorios para conseguir el objetivo de que el débito se pueda recoger y no haya problemas con el dispositivo o se produzca una lesión en la piel”, añadió la enfermera.
Otro de los objetivos que persigue la guía es empoderar a los padres. De hecho, el documento incluye un capítulo específico para los progenitores. Las enfermeras insistieron en la necesidad de instaurar la figura de la enfermera escolar para facilitar a estos padres y a los pacientes el día a día.