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Vacunas, sueño, alimentación, pantallas y nuevas tecnologías… Los pediatras de Atención Primaria atienden día a día las dudas y preocupaciones de las familias en torno a los temas más diversos que rodean a la salud y a la crianza de niños y adolescentes. Algunas de estas cuestiones han sido abordadas en el 16º Congreso que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) celebrado del 14 al 16 de febrero en IFEMA (Madrid).
Uno de los retos para los pediatras de los centros de salud es el creciente fenómeno de los padres contrarios a las vacunas. Este asunto fue abordado por el Dr. Roi Piñeiro, jefe del servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba (Madrid), en su seminario Cómo convencer a una familia contraria a las vacunas y no morir en el intento; una de estas cuestiones a las que crecientemente se enfrentan los pediatras de AP en los centros de salud: cómo informar adecuadamente a aquellos padres y madres que no quieren vacunar a sus hijos del riesgo que esta actitud representa para los más pequeños.
Más del 90% de los padres contrarios a la vacunación aceptan inmunizar a sus hijos tras una consulta específica con el pediatra
Según este especialista, transmitir la información científica con empatía y respeto hacia estas familias es clave para revertir este tipo de actitudes, como han demostrado en la consulta específica que han puesto en marcha en su hospital y en la que han sido atendidas desde 2018 un total de 66 familias. “El 94% de estas familias encontró útil esta consulta y el 91% aceptó vacunar a sus hijos tras recibir la información, bien de manera parcial (50%) o completa (41%)”.
El Dr. Piñeiro ha destacado en el congreso de la AEPap que estas familias contrarias a la vacunación “no actúan de manera frívola ni irracional, sino que suelen ser sujetos muy informados. El problema es que sus fuentes de información tienen una base muy poco científica y los padres acceden a ellas habitualmente a través del mundo 2.0, donde los grupos antivacunas se mueven con una extraordinaria agilidad”.
El 21% de la población escolar presenta un uso compulsivo de internet, un porcentaje que ha crecido un 4,6% en el último año
Por eso ha insistido en contrarrestar esa mala información con empatía y respeto, “hay que dedicarles tiempo porque el razonamiento puramente científico no es suficiente en estos casos”, ha concluido.
Ciberadicciones y sueño infantil
Otro de los temas de actualidad en el que se han podido formar los pediatras asistentes al curso ha sido la prevención y tratamiento de las ciberadicciones, de la mano de Antonio Terán Prieto, especialista del Centro de Atención a Drogodependientes San Juan de Dios (Palencia).
Según los últimos datos del Estudio ESTUDES (2016-2017) elaborado por el Plan Nacional sobre Drogas, un 21% de la población escolar presenta un uso compulsivo de internet (según la escala CIUS), lo que representa un aumento del 4,6% frente al año anterior. Otro estudio, realizado por la Universidad Camilo José Cela de Madrid con alumnos de 4º ESO (15-16 años), revela que un 43,5% presenta un uso “problemático” del WhatsApp y un 40% de las redes sociales o de los videojuegos.
Como ha destacado Terán en el congreso de la AEPap, este uso excesivo de las nuevas tecnologías puede producir en algunas personas vulnerables “un síndrome clínico con características similares a las adicciones químicas, que interfieren en el desarrollo de las obligaciones diarias”. Por eso ha apostado por la prevención desde el ámbito familiar, de la mano del pediatra de AP, estableciendo límites y normas claras sobre el uso de las pantallas y la tecnología en casa.
Y ha mencionado algunos ejemplos de estos límites:
- Limitar el tiempo de uso en los menores de cinco años (nada de consumo en los menores de dos).
- Adoptar estrategias educativas para la autorregulación, controlando el contenido al que acceden los menores.
- Tener un plan (no improvisar) sobre el uso de las pantallas en el hogar.
- Apagar los dispositivos en casa durante los momentos en familia.
- Sustituir el tiempo de pantalla por actividades sanas, como la lectura, deportes o actividades creativas.
Uno de los aspectos que se puede ver alterado por el uso inadecuado o abusivo de las pantallas es el sueño, como ha puesto de manifiesto otra de las sesiones del congreso, a cargo del Dr. Ignacio Cruz, pediatra del Centro de Salud Montequinto, en Dos Hermanas (Sevilla) y miembro del Grupo de sueño de la AEPap.
Un tercio de los niños y adolescentes presenta problemas de sueño, unos trastornos que en ocasiones son infravalorados por las familias y los propios profesionales
“A pesar de que un tercio de los niños y adolescentes presenta problemas de sueño, estos no se abordan a menudo en la consulta de Pediatría de AP, ya que son a menudo infravalorados, tanto por los padres como por los propios pediatras”, ha destacado el Dr. Cruz.
Como demuestran diversos estudios, un sueño inadecuado por calidad o cantidad puede causar somnolencia, cefaleas, dificultades de atención o déficits cognitivos y conductuales (depresión, ansiedad…). “Se estima que aproximadamente entre un 25% y un 30% de los niños menores de cinco años presenta problemas o alteraciones del sueño de diverso orden”, apunta el especialista al tiempo que ha añadido: “la evaluación del sueño infantil por el pediatra debería ser tan natural y formar parte de su rutina como la valoración de la alimentación, el ejercicio físico o el desarrollo psicomotor del niño”.