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Milagrosa, y es que así se puede calificar la intervención que ha llevado a cabo el Hospital Sant Joan de Déu a una bebé que solamente pesaba 1.310 gramos y que sufría taquicardia ventricular incesante. Como informa el hospital catalán es el bebé más pequeño del mundo al que se le ha realizado una ablación cardíaca.
El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Miguel Servet que trataba el caso (la familia es de Zaragoza), detectó durante la semana 20 de gestación que el feto sufría una taquicardia incesante que hacía que su corazón latiera hasta 300 pulsaciones por minuto, cuando habitualmente la pulsación normal es 150. Los cardiólogos del hospital zaragozano, en un primer momento intentaron combatir la taquicardia en un primer momento, suministrando a la madre varios fármacos anti arrítimicos.
El tratamiento que recibió el feto dentro del útero, a través de la placenta, permitió que el embarazo se alargara y, por ende, retrasar el parta hasta la semana 30 de gestación; cuando la bebé fuera viable, tal y como indica el hospital barcelonés.
La niña continuaba sufriendo una insuficiencia cardíaca grave que no respondía a los tratamientos farmacológicos, por lo que su vida estaba en peligro, a todo ello hay que unir el tamaño de su corazón, de tan solo dos centímetros.
La Unidad de Arritmias del Hospital Sant Joan de Déu es el único centro de referencia en España designado por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de las arritmias pediátricas
Sería, 10 después de su nacimiento, cuando la recién nacida fue trasladada al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para que fuese intervenida por parte del equipo de la Unidad de Arritmias que lideran los doctores Josep Brugada i Georgia Sarquella. Destacar que la Unidad de Arritmias del Hospital Sant Joan de Déu es el único centro de referencia en España designado por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de las arritmias pediátricas.
La intervención que se llevó a cabo con éxito el 4 de enero por un equipo de profesionales de cardiología, neonatología, anestesiología y enfermería, en concreto, se trata de un procedimiento que los electrofisiólogos emplean para destruir el tejido eléctrico del corazón responsable del ritmo cardíaco anormal.
En un bebé prematuro, la dificultad que plantea esta técnica es elevada y peligrosa, ya que plantea una gran precisión porque el corazón de la bebé solamente mide dos centímetros
La técnica consiste en introducir un catéter por la ingle del paciente y es conducido a través de la vena femoral hasta el corazón para que, una vez allí, aplicar radiofrecuencia en la zona causante de la taquicardia.
En el caso de un bebé prematuro, la dificultad que plantea esta técnica es elevada y peligrosa, ya que plantea una gran precisión porque la vena por la que los cardiólogos deben introducir el catéter tiene un diámetro de menos de un milímetro y el corazón de la bebé donde tiene que hacer la ablación solamente mide dos centímetros.
El procedimiento se llevó a cabo en una sala de intervencionismo dotada con tecnología de última generación que permite realizar cateterismos cardíacos a niños prematuros e incluso a fetos que sufren cardiopatía congénita. En esta sala, financiada gracias a una donación de la Fundación Privada Daniel Bravo Andreu, se llevan a cabo cada año alrededor de 550 procedimientos electrofisiológicos como ablaciones cardíacas, colocación de marcapasos, desfibriladores, etc. Un tercio de los pacientes tratados son menores de un año y la tasa de efectividad es de un 96%, concluye el comunicado del hospital barcelonés.