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“Se va la gerente que ha hundido el Hospital de La Ribera solo un año después de la reversión” anuncia SanitatSolsUna, que además denuncia que “la política y no la gestión ha marcado la deriva de este centro hospitalario. La ex consellera Montón eligió a quien no tenía nada que perder con el previsible fracaso del cambio a la gestión pública de Alzira, la radióloga defensora de lo público que más pruebas ha derivado a la privada”.
Año fatídico es la conclusión a la que llega SanitatSolsUna tras el anuncio de la inminente jubilación de Isabel González, la que ha sido gerente del centro hospitalario desde la reversión a la gestión pública directa, que cumplirá un año el próximo 1 de abril. Será coincidiendo con el primer aniversario cuando González dejará la dirección del hospital. “¿Quién arreglará el desastre organizado en solo doce meses?”, se preguntan profesionales y pacientes, cada vez más preocupados por el empeoramiento de la atención y la pérdida de calidad del servicio público en Alzira.
Será coincidiendo con el primer aniversario cuando González dejará la dirección del hospital
“Un año después de la reversión se va una de las responsables de haber hundido el hospital, su gerente, una médico radióloga, teóricamente defensora de lo público y que, sin embargo, ha sido la que más ecografías y resonancias ha derivado a la privada. Y todo por la incompetencia de un equipo que ha seguido criterios políticos y no de gestión para organizar el hospital”. Hasta la fecha, más de 7.000 pruebas diagnósticas de radiología han sido derivadas a una clínica privada de Alzira, según diferentes fuentes. “¿En esto consiste la gestión pública directa? ¿Contratar más personal para hacer menos y tener que derivar a clínicas privadas?”, se preguntan desde SanitatSolsUna.
Hasta la fecha, más de 7.000 pruebas diagnósticas de radiología han sido derivadas a una clínica privada de Alzira, según diferentes fuentes
En la asociación que defiende una Sanidad excelente, sin importar el modelo de gestión, lo tienen claro: la ex consellera Carmen Montón eligió en su momento a quien no tenía nada que perder con el previsible fracaso de la reversión. “Su misión era lanzarse al precipicio y aguantar lo mejor posible para la Conselleria, no para los pacientes ni los profesionales, las consecuencias de la que se sabía era una decisión política, la reversión, sin razones objetivas”.
Sin embargo, los problemas del Hospital de la Ribera no acaban con la marcha de la gerente, Isabel González. En la lista de desaguisados que dejará al próximo responsable destacan la creciente lista de espera, la derivación cada vez más numerosa de pruebas a la privada, los problemas con el aparcamiento (que continúan), la falta de profesionales, los problemas para cubrir bajas y vacaciones y la próxima negociación del convenio colectivo, en la que se intentarán cambiar oficialmente las condiciones laborales de los trabajadores laborales (la mayoría), que fueron pactadas con la ex concesionaria y que mejoran con mucho los salarios y las condiciones sociales de los trabajadores del resto de hospitales gestionados por la Conselleria.
El que sea nuevo responsable del Hospital de La Ribera deberá hacer frente a la cadena de readmisiones de los despedidos declarados improcedentes por los tribunales que han vuelto o han pedido volver a su puesto.