Las sociedades madrileñas denuncian precariedad y déficit de recursos de los pediatras

..Redacción.
Las sociedades madrileñas de pediatría ponen en evidencia “la situación de precariedad y déficit de recursos” de los pediatras. “Insostenible y peligrosa” es la calificación que los pediatras dan a la situación de los centros de salud de Madrid. Han enviado una carta al Defensor del Pueblo, al Defensor del Menor y al Colegio de Médicos.

El manifiesto ha sido firmado por la Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria (AMPap); la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap); la Asociación Española de Pediatría Extrahospitaria y Atención Primaria (SEPEAP); la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla la Mancha (SPMyCM); y la Asociación Española de Pediatría (AEP). También han remitido la carta a la Gerencia de Atención Primaria del Área Única de Salud de Madrid. Denuncian la precariedad y déficit de recursos de los pediatras. Son las situaciones a las que se enfrentan de forma cada vez más frecuente y crónica. Para ello, el paciente “es el gran perjudicado” de esta gestión.

La precariedad y déficit de recursos de los pediatras disminuye la calidad asistencial y aumenta el riesgo de cometer errores

Para Guillermo Martín Carballo, presidente de AMPap, “el déficit de pediatras en el primer nivel asistencial hace que la sobrecarga actual en Pediatría de AP sea insostenible. Existen plazas vacantes, así como reducciones de jornada y bajas de larga duración sin cubrir de forma sostenida”. Esto “disminuye la calidad asistencial y aumenta el riesgo de cometer errores”. También recuerda que esto provoca problemas de salud física y psíquica en los profesionales. Al mismo tiempo, “estas condiciones desmotivadoras dificultan la incorporación de pediatras a este ámbito asistencial”, insiste.

precariedad y déficit de recursos de los pediatras

En la carta, las sociedades científicas que representan a los pediatras enumeran los principales escollos con los que se encuentran en su práctica profesional:

  • No existe un límite de pacientes por profesional y día. Ante las ausencias por bajas o vacaciones de compañeros, se multiplica la cantidad de pacientes que deben ser atendidos por cada profesional. Esto “implica una disminución del tiempo disponible para cada paciente”.
  • La presión asistencial “va en detrimento de otras actividades fundamentales en Atención Primaria”. Así se relega la educación para la salud, la docencia, la investigación y la formación.
  • La presión conlleva que los pediatras no puedan “asegurar una atención correcta al paciente con dedicación del tiempo necesario para su evaluación, diagnosis y prescripción
  • El tiempo medio dedicado al paciente pediátrico es de 14,40 minutos, que corresponde con una atención de 20,8 pacientes diarios. Una cifra “ampliamente sobrepasada en nuestras consultas”.
  • La tensión y el estrés que sufren muchos pediatras de AP puede degenerar en dolencias tanto físicas como psíquicas”. La carta señala a las Administraciones como las responsables de “los daños físicos y psíquicos” derivados de la sobrecarga asistencial.
  • La presión asistencial también perjudica a los pacientes que “tienen derecho a una atención médica de calidad, humana y científica”. En estas circunstancias no se puede proporcionar.
  • La carta concluye que “es contrario a la ética obligar al médico a ejercer su profesión en las condiciones denunciadas”.
  • La carta también incluye un apartado sobre posibles errores y mala praxis de los facultativos. Los pediatras consideran que “si ésta se deriva de la excesiva presión y carga de trabajo, hay que responsabilizar de sus consecuencias a la Administración Sanitaria”.
  • De la precariedad y déficit de recursos de los pediatras. “el paciente es el gran perjudicado de esta situación, pues se vulneran todos los derechos a una adecuada atención sanitaria, esgrimidos en la Constitución”.

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