Vivir la muerte hasta el final. Dr. Enrique Jaureguizar

Vivir la muerte

.Dr Enrique Jaureguizar..
Cada año mueren en España cerca de 150.000 personas que precisan cuidados paliativos avanzados. Sólo la mitad los recibe. Esto significa que alrededor de 75.000 personas mueren cada año en nuestro país. Lo hacen con un sufrimiento intenso, innecesario y perfectamente evitable si dispusieran de suficientes recursos para dichos cuidados paliativos. Se puede aprender a vivir la muerte hasta el final

El Dr. Poveda imparte como parte de su terapia unos talleres sobre la vivencia de la propia muerte. Nadie sale indiferentes de ellos y yo participé en uno de ellos mientras estudiaba medicina en la facultad donde impartía clase. “Cuando enseñamos a morir, enseñamos a vivir. Se vive de otra manera cuando contemplas tu propia muerte”, comenta el Dr Poveda.

Solo la mitad de las 150.000 personas que necesitan cuidados paliativos en España los reciben

Todos debemos vivir con dignidad hasta el final de nuestra vida. Toda persona, con independencia de su estado de salud, o cualquier otra circunstancia tiene una dignidad intrínseca. Y así lo reconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Aquellos sanitarios que se ocupan de estos pacientes dedican todos sus esfuerzos por salvaguardar la dignidad de esos pacientes. Además dicen que no hay a hablar de muerte sino de ayudar a vivir digna e intensamente sus últimos momentos.

Plantear la opción de acabar con la vida de tu paciente pervierte nuestra profesión Además cercena su dignidad y supone una renuncia a nuestra condición humana. No podemos volver a las teorías de Alfred Hoche, y Karl Binding, esa época debe estar más que superada.

La opción de acabar con la vida del paciente pervierte nuestra profesión y cercena su dignidad

La ley debe proteger a los más vulnerables. Que la ley defienda el suicido o la Eutanasia va en contra de los principios del Estado. Obliga a las familias y pacientes a plantearse esa posibilidad; y pone en jaque a los servicios de urgencia y emergencias que siempre se han dedicado a intentar salvar todas las vidas.

Noa Pothoven, una menor de edad, se ha quitado la vida en Holanda por sufrir una depresión tras sufrir agresiones sexuales. Este suceso ha traído de nuevo el debate de la Eutanasia. 17 años y una maravillosa vida por delante, segada definitivamente por tener la opción de acabar con tu vida. Ya hemos visto desde hace años como la Eutanasia y otras formas de quitarse la vida en Holanda se ha vuelto descontrolada. Ha llegado al punto que los ancianos prefieren ser tratados en países limítrofes por miedo a que los “desconecten”. Aprobar la legalización de la eutanasia es una pendiente peligrosa: cuando se abre un poco la puerta, ya no hay manera de cerrarla, y cada vez se abrirá más. Pero ya los límites están tan escandalosamente abiertos que dentro de poco cualquier persona que se quiera suicidar sin dar ninguna razón tendrá los medios del Estado para acabar con su vida. Y peor aún ya se han dado miles de casos de eliminación involuntaria. Un sólo caso de Eutanasia involuntaria es suficiente para no plantearla.

La Eutanasia y otras formas de quitarse la vida en Holanda se ha descontrolado

Como médico hice el mismo juramento que llevamos haciendo los médicos desde el 460 AC. Dice básicamente que ayudaré a mis pacientes a salvarles la vida. A mi me costaría mucho ver a un bombero intentando rescatar a un suicida de un edificio y en vez de salvarle la vida empujarle. En la facultad nos enseñaron que la enfermedad es quien lleva a la muerte, no nosotros. El dolor existe y hay tratamiento y debemos tratar también el sufrimiento cogiendo la mano de nuestros pacientes. La salud implica la parte física, psíquica, espiritual y social de cada ser humano, no hay que quedarse en la primera. Soportando y acogiendo todas las dimensiones del paciente se ha visto que dejan de desear la muerte.

Sobre vivir la muerte: la eutanasia no es un acto médico

No nos confundamos, los cuidados paliativos son un acto médico, la eutanasia no”. Son palabras del Dr Rodriguez Sendín presidente comisión Deontológica del CGCOM.

La solución no es la eutanasia a no ser que se esté valorando sólo la parte económica y no la humana. La solución pasa necesariamente por el apoyo integral e incondicional a los que están sufriendo, a los más vulnerables, dotando al plan nacional de cuidados paliativos de medios para llegar equitativamente a los 150.000 pacientes que los necesitan, incluyendo los niños. En la actualidad tan sólo Cataluña y La Rioja destinan los recursos necesarios y en España sólo se cumple con 2 de las 9 recomendaciones del Consejo de Europa en materia de Paliativos.

La solución no es la eutanasia a no ser que se esté valorando sólo la parte económica y no la humana

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