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Los pacientes mayores de 75 años presentan el doble de riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca (IC) si son diabéticos. Además, en nuestro país, la insuficiencia cardiaca es la principal causa de hospitalización en mayores de 65 años. Tampoco hay que olvidar que, casi la mitad de ellos, padecen diabetes. Este aspecto es importante ya que tienen cinco veces más riesgo de ser hospitalizados por IC.
Dada la importancia de la relación entre estas enfermedades, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) celebró su primera Reunión Conjunta de Insuficiencia Cardiaca y Diabetes. Al encuentro acudió más de un centenar de profesionales de las dos áreas médicas. El objetivo era fomentar el intercambio de información científica y debatir sobre aspectos novedosos entre expertos de estas dos patologías.
La prevalencia de la diabetes en pacientes con insuficiencia cardiaca se sitúa entre el 35% y el 45%
La prevalencia de la diabetes en pacientes con IC se sitúa entre el 35% y el 45%. El primer porcentaje corresponde a pacientes con IC con fracción de eyección reducida. El otro 45% se refiere a los casos de IC preservada. Por ello, esta confluencia es cada vez más frecuente. Sobre todo debido a cuestiones fisiopatológicas y al aumento de la edad. De hecho, la diabetes favorece el desarrollo de la IC y empeora su pronóstico. Mientras que la IC condiciona el tratamiento de la diabetes.
El coordinador del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la SEMI, el Dr. Álvaro González, explicó que, con esta reunión, “queremos actualizar el conocimiento del manejo de ambas enfermedades. Compartiendo también las últimas evidencias presentadas recientemente en el Congreso Americano de la ADA. Y queremos remarcar las íntimas relaciones existentes entre ambas enfermedades. Con hallazgos recientes de nuevos aspectos etiopatogénicos y farmacológicos que conectan a ambas”.
Dr. González (SEMI): “Estos pacientes presentan una alta tendencia a sufrir descompensaciones que implican su hospitalización”
Por otro lado, tanto la IC como la diabetes se dan especialmente en ancianos mayores de 75 años. Estos además suelen presentar sobrepeso y múltiples patologías como hipertensión arterial, enfermedad renal crónica, anemia y fibrilación auricular. El Dr. González aclaró que estos pacientes presentan “una alta tendencia a sufrir descompensaciones que implican su hospitalización. Y las enfermedades suponen un impacto importante en calidad de vida y en la reducción de su capacidad funcional”.
Abordaje integral de insuficiencia cardiaca y diabetes
Manejar estas patologías conjuntamente requiere un abordaje integral de los pacientes. Para ello, se deben tener en cuenta los matices que la diabetes genera en la IC. Algunos de estos son un peor pronóstico y un empeoramiento de la función renal.
Además, “el tratamiento hipoglucemiante debe ser minuciosamente revisado en estos casos”, apuntó el Dr. Francisco Javier Carrasco, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la SEMI. La explicación es que “hay fármacos contraindicados en IC, fármacos con seguridad no aclarada, fármacos neutros y fármacos beneficiosos”.
Dr. Carrasco (SEMI): “Hay fármacos contraindicados en insuficiencia cardiaca, fármacos con seguridad no aclarada, fármacos neutros y fármacos beneficiosos”
Por su parte, el Dr. González se refirió a los procesos fisiopatológicos implicados en ambas enfermedades. “Los avances en este conocimiento están permitiendo descubrir nuevas dianas terapéuticas. Así como nuevos fármacos que están suponiendo una revolución en el manejo de este perfil de pacientes. Logrando así una reducción de la mortalidad cardiovascular y beneficios netos no logrados hasta ahora con los fármacos disponibles”, comentó el experto.
En este sentido, los médicos internistas son los profesionales sanitarios que tratan frecuentemente a los pacientes que presentan ambas enfermedades. El motivo es que la IC es la principal causa de ingreso hospitalario en los Servicios de Medicina Interna. Además, la mitad de estos pacientes presentan diabetes. Así, según indicó el Dr. Carrasco, “la visión integral y global de la Medicina Interna capacita al médico internista para el abordaje de estos pacientes”.
La miocardiopatía diabética es el daño que hace la hiperglucemia a lo largo de los años en el corazón
Comorbilidades como la miocardiopatía diabética
Además de la unión de las citadas patologías, estas conllevan otras comorbilidades. Ejemplo de ello son la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, fibrilación auricular, enfermedad renal crónica, EPOC, anemia e hipertensión pulmonar.
Con respecto a la miocardiopatía diabética, esta es una afectación cardiaca que se relaciona directamente con la diabetes. En concreto, es el daño que hace la hiperglucemia a lo largo de los años en el corazón. A ello se añade el hecho de que, como apuntó el Dr. Carrasco, “los pacientes diabéticos tienen mayor probabilidad de desarrollar cardiopatía isquémica y otras enfermedades cardiovasculares”.