El papel de la Universidad en la formación de los futuros médicos y la Medicina ha cambiado

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..Redacción.
En la educación de médicos y Medicina del siglo XXI, el aula debe ser el escenario en el que se transmitan no solamente los principios científicos de la Medicina, sino también en el que se facilite la formación en valores profesionales.  El autoaprendizaje debe considerarse como el método de trabajo para formarse y crecer en Medicina.

Así lo han señalado los expertos con motivo de la celebración del XIII Encuentro Anual de Educación Médica 2019 que organiza la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly – UCM, con la colaboración de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM).  Bajo el título “Los actores en el escenario de la educación médica actual”; en el marco de esta jornada se ha definido cómo de ser el aula: el profesor y el estudiante de Medicina del siglo XXI.

Como indica el director de la Cátedra y codirector del encuentro, el Dr. Jesús Millán Núñez-Cortés, “el papel de la Universidad en la formación de los futuros médicos ha cambiado. Hay demasiado conocimiento, y no podemos enseñarlo todo. A su juicio debemos enseñar a seleccionar información, a procesar los conocimientos y a aprender por uno mismo sobre lo que todavía no sabemos. La profesión médica tiene como característica que requiere lo mejor de cada uno; sacar al exterior las mejores y mayores virtudes que el ser humano pueda expresar, y las fortalezas que las sustentan”.

Se reclama “un papel más activo del alumno; de forma que el aprendizaje no solo se base en la memoria

En este contexto, la Dra Milagros García Barbero, presidenta de la SEDEM y profesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández de Alicante, destaca el papel del profesor del siglo XXI; como “director y conductor del aprendizaje”. Del  mismo argumento es el Dr. José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly y también codirector del encuentro. Él reclama “un papel más activo del alumno; de forma que el aprendizaje no solo se base en la memoria, sino también en elementos esenciales para el desarrollo del futuro médico; como la resolución de problemas, el trabajo en equipo y el desarrollo de competencias que redunden en la práctica de una medicina más efectiva y humana”.

El alumno y el profesor del siglo XXI

Por su parte, el doctor Millán describe al alumno de Medicina del siglo XXI como “muy competitivo;  bastante bien formado; con una gran capacidad de rendimiento académico, y con valores muy sobresalientes como generosidad; compañerismo; cooperación o capacidad de entrega”. Al mismo tiempo demanda algunos ámbitos de mejora en el sistema de aprendizaje actual; aspecto que en su opinión, “aun hoy, se basa en que lo que importa es lo que dice el profesor, o en aprobar antes que aprender”.

Durante el encuentro también se han analizado las características que debe cumplir el profesor del siglo XXI poniendo de manifiesto la necesidad de formación en docencia. “A veces los propios profesores no estamos entrenados para la docencia activa, por lo que nos transformamos en escépticos frente a las mejoras y nos resistimos a innovar”, admite el doctor Millán. Por eso, la doctora García-Barbero apuesta por establecer cursos o talleres de formación de profesorado obligatorios. De hecho, tal y como ha anunciado, SEDEM diseñará un curso básico de formación de profesorado, que se pueda ofrecer a las facultades y que posteriormente pueda realizarse on-line.

La innovación en la enseñanza de la Medicina no se basa en el uso de las tecnologías de la información en el aula

El doctor Sacristán indica que la innovación en la enseñanza de la Medicina no se basa en el uso de las tecnologías de la información en el aula. Desde su punto de vista “estas deben ser utilizadas como herramientas, no como fines, para lograr una enseñanza más orientada al alumno”; especifica mientras pone como ejemplos la aplicación de la simulación, “donde el alumno puede poner a prueba sus capacidades”. Estas herramientas cambian la forma de enseñar, pero no el mensaje principal de que la Medicina debe estar centrada en el paciente, en las personas enfermas y no en sus enfermedades.

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