..Fernando Ruiz.
Los nuevos antimicrobianos vienen a suplir las limitaciones terapéuticas por la resistencia de microorganismos. Con motivo de la I Jornada Anual de Neumonía, celebrada en Madrid con el apoyo de bioMérieux y Pfizer, el Dr. Francisco Javier Candel del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico San Carlos ha comentado con iSanidad la situación actual del tratamiento de la neumonía.
¿Cuáles son las estrategias terapéuticas actuales en la neumonía grave?
Precisamente este es uno de los grandes motivos de esta reunión. Tenemos la suerte de que en este último año y medio han salido dos o tres guías internacionales que nos ayudan a optimizar el tratamiento. Hoy en día existen tanto tratamientos de combinación en los pacientes más graves para los espectros esperados, como un diagnóstico que nos da soporte. Es más, casi todas coinciden en que hay que hacer terapia combinada de antimicrobianos para que traten tanto intracelulares como extracelulares. Además, que cubran algunos patógenos en grupos de Pseudomonas aeruginosa, etc. Ahora mismo sí tenemos alternativas terapéuticas estandarizadas para todos los hospitales, desde los grandes hasta los más pequeños.
En los últimos años han salido guías internacionales que nos ayudan a optimizar el tratamiento
¿En qué medida los nuevos antimicrobianos nos ayudan al tratamiento de la neumonía?
Los nuevos antimicrobianos vienen a satisfacer los huecos que teníamos en limitación terapéutica porque los microorganismos eran resistentes. Estamos viviendo un emerger europeo de las enterobacterias productoras de carbapenemasas, de las Pseudomonas multirresistentes y de algunos estafilococos resistentes a meticilina que hacían muy difícil el tratamiento. Por ejemplo, para los Gram positivos disponíamos de suficiente arsenal terapéutico. Sin embargo, para los Gram negativos multirresistentes, los nuevos antibióticos ayudan bastante ya que nos evitan utilizar combinaciones terapéuticas tóxicas o usar dosis de fármacos con los que no estamos acostumbrados a trabajar. Los nuevos antibióticos son una alternativa segura, eficiente y efectiva.
¿Cuáles son las principales trabas que encuentra el médico a la hora del diagnóstico?
El propio diagnóstico. Del casi 46% de los pacientes con Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) grave o neumonía nosocomial no tenemos un diagnóstico. Y la tecnología que disponemos actualmente no permite realizar diagnósticos. Todavía en la nosocomial sí podemos conseguir mayores tasas de diagnóstico etiológico. Sin embargo, en la NAC no, máxime cuando hay infecciones combinadas de bacterias y virus. Por lo tanto, la principal traba que tenemos es la necesidad de disponer de plataformas que nos ayuden desde el punto de vista técnico a tener este diagnóstico etiológico que, sin duda, ayudará a optimizar el tratamiento.
Casi el 46% de los pacientes con NAC grave o neumonía nosocomial no disponen del diagnóstico
¿Es suficiente el arsenal terapéutico con que dispone el médico en un contexto marcado por las multirresistencias?
Actualmente tenemos alguna traba, aunque cada vez menores ya que se dispone de más investigación y se están comercializando nuevos antibióticos que cubren estas resistencias. Dentro de las enterobacterias, algunas de la clase B o metalo beta lactamasas, todavía tenemos que seguir haciendo alquimia para poderlas tratar. Pero, en el resto de los grupos funcionales de Gram negativos multirresistentes, vamos encontrándonos menos trabas.
¿Cómo se puede optimizar el tratamiento antimicrobiano de los pacientes?
En primer lugar, con diagnóstico. Si nosotros dispusiéramos cuanto antes del diagnóstico, no sería necesario hacer grandes combinaciones, ni grandes ciclos de grandes espectros de tratamiento antibiótico. Con un diagnóstico efectivo, podríamos ir dirigiendo nuestro tratamiento. No obstante, también podemos optimizar a la hora de la retirada, porque tan importante en el impacto con la resistencia es la elección de un tratamiento óptimo, como mantenerlo en el tiempo. Ahora mismo, con las herramientas que tenemos de biomarcadores o con el comportamiento clínico estamos desescalando. Tener una buena herramienta diagnóstica o usar algún biomarcador en la desescalada va a permitir optimizar los antibióticos para evitar ese compromiso sobre el nicho ecológico que depara la resistencia.