..Ricardo A. Mariscal. COM SALUD.
La situación que estamos viviendo en la actualidad en España y en todo el mundo es excepcional y nos está llevando a enfrentarnos a retos inéditos. Los profesionales sanitarios están siendo protagonistas en el tratamiento de los pacientes con coronavirus, con un enorme esfuerzo personal y riesgo para su salud. Pero estos médicos, farmacéuticos y profesionales de enfermería han de ser también protagonistas en la lucha contra los innumerables bulos que están surgiendo. Los bulos sobre el coronavirus que nos llegan de forma continua por redes sociales suscitan miedo y pánico entre la población y son un obstáculo para los verdaderos objetivos sobre los que debe centrarse la sociedad.
Desde la iniciativa SaludsinBulos tratamos de desmontar todos los días la multitud de fake news que nos llegan sobre falsos remedios y métodos de prevención contra la epidemia o en relación con alertas falsas y datos alarmantes sin fundamento. Sin embargo, uno de los resultados de la cuarentena es que los ciudadanos están más tiempo en las redes sociales y están colaborando sin quererlo a difundir muchos de estos bulos.
El tiempo libre permite mayor tiempo en las redes sociales y a difundir, sin quererlo, muchos bulos
Por ello, es importante que los divulgadores de salud transmitan a la población una serie de consejos generales para frenar las fake news:
- Trata todo lo que nos llega como un bulo. En el escenario actual, hay que hacer comprender a los españoles que la mayor parte de las informaciones que les llegan por redes sociales sobre el COVID-19 son bulos. Deben desconfiar de todo lo que reciban y no compartirlo de forma automática entre sus allegados.
- La fuente es el origen. Una clave para descifrar si la información que nos ha llegado es un bulo es buscar la fuente. Toda información que no proceda de fuentes oficiales o institucionales, que no cuente con la colaboración de profesionales sanitarios contrastados y con experiencia será probablemente una noticia falsa.
- Hay que fomentar el espíritu crítico. Dicho lo anterior, el ciudadano debe tener un espíritu crítico con todo lo que le llegue relacionado con el coronavirus. Este talante le ayudará a no convertirse en un colaborador inintencionado de los difusores de bulos.
- Recurre a webs fiables. El doctor Google o fuentes desconocidas no son referencias válidas sobre el coronavirus. El divulgador sanitario debe esforzarse en comunicar la importancia de recurrir a webs de organismos oficiales como el Ministerio de Sanidad, sociedades científicas o sitios especializados avalados por expertos como iSanidad.
- Las fotos y vídeos se emplean como reclamo. Los propagadores de bulos emplean como reclamo con mucha frecuencia imágenes de presuntos escenarios de la epidemia o de personas que resultan ser falsos. En realidad, son imágenes y vídeos que corresponden a otras fechas y lugares.
- Los datos son muy manipulables. Otra constante en los bulos sobre el coronavirus que están circulando durante estas semanas es que tratan de impresionar con cifras y datos llamativos que no son ciertos y que solo buscan impactar de forma negativa en la población.
En suma, los profesionales sanitarios no son únicamente nuestra primera defensa para contener la enfermedad sino también para hacer comprender a la población la importancia de desmontar los bulos y proporcionar claves para identificarlos. Es muy comprensible la necesidad de información de los ciudadanos en esta crítica coyuntura, pero comunicadores y divulgadores sanitarios debemos hacer todo lo posible para difundir información veraz y de calidad y ayudar a evitar el pánico irracional.