..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
El ministro de Sanidad dio la semana pasada atrás en una cuestión importante. Revisará los protocolos que establecen la reincorporación de los profesionales sanitarios contagiados de coronavirus tras siete días sin síntomas. El cambio de actuación no está confirmado, pero Salvador Illa parece dispuesto a acabar con esta injusticia. Queda otro asunto pendiente: la renovación de los residentes de quinto año con contratos de formación. Otro sinsentido que debería obligar a Sanidad a rectificar. Los profesionales están haciendo un esfuerzo enorme y ante la falta de material han utilizado su salud como escudo contra el coronavirus. No deben recibir un trato diferente.
Carece de sentido que en un contexto marcado por el sobreesfuerzo de los médicos, enfermeras, auxiliares y farmacéuticos, entre otros profesionales, las autoridades sanitarias no les paguen con la misma moneda. Si un miembro del Gobierno debe esperar a que se le realice un test de diagnóstico para confirmar el negativo que certifique la superación de la enfermedad, un profesional sanitario no debe ser menos. El trato tiene que ser el mismo para todos. De hecho, el Gobierno ya ha comenzado a distribuir test de diagnóstico que deberían ir dirigidos a colectivos vulnerables y a profesionales sanitarios. No hay excusa para negarles la prueba.
Los profesionales están haciendo un esfuerzo enorme y ante la falta de material han utilizado su salud como escudo contra el coronavirus. No deben recibir un trato diferente
Sanidad está pidiendo a las personas curadas o a los contagiados leves periodos de cuarentena de 14 días. ¿Por qué al profesional sanitario solo se le da solo un margen de siete días? Son ya más de 25.000 profesionales sanitarios y al menos 23 médicos muertos. La enfermería y otros sectores de la profesión también tienen que lamentar pérdidas. La falta de equipos de protección individual ha dejado al descubierto a nuestros profesionales contra el coronavirus. Tanto el Ministerio como las comunidades autónomas deben proteger a los profesionales.
Pero mientras Illa parece dispuesto a rectificar sobre la reincorporación de los profesionales contagiados, ha dado la callada por respuesta sobre la renovación de los MIR con contratos de formación. Todos los estamentos de la profesión médica han rechazado este punto del estado de alarma. Los residentes de quinto curso deben ser reconocidos como especialistas cuando acaben su formación. En consecuencia, se les debe contratar como adjuntos.
Uno de los mantras que venimos repitiendo incluso antes de que comenzara esta crisis es la necesidad de transformación del sistema sanitario. Estamos sufriendo hoy la falta de médicos y enfermeros. Una parte importante de nuestros profesionales más jóvenes se marchan al extranjero en busca de un reconocimiento que nuestros políticos y gestores no les ofrecen. Hacen las maletas hartos de encadenar contratos temporales y mal remunerados. ¿Por qué esperar a que acabe esta crisis para cambiar? Empecemos ya a reconocer a nuestros profesionales y frenemos de una vez este éxodo que tanto daño no está haciendo en una situación como la actual.
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