..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
Hace ya un año que el Gobierno aprobó su Plan de Atención Primaria en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. El impacto de la estrategia en el primer nivel asistencial ha sido mínimo, por no decir nulo. Ni siquiera las comunidades autónomas que lo apoyaron han hecho movimientos reales. El escenario sí que ha cambiado. Entonces nos encontrábamos ante unas elecciones generales; hoy, ante la peor crisis sanitario que ha pasado este país en su historia moderna. Dos presidentes de sociedades científicas de atención primaria han querido lanzar un mensaje al Gobierno en sendas entrevistas con iSanidad: los médicos de familia carecen de recursos para hacer frente a la desescalada.
Hasta la semana pasada la atención primaria apenas si había entrado dentro del Gobierno dentro de la crisis. El Sistema Nacional de Salud optó por reforzar el sistema hospitalario. Incluso los grandes hospitales de campaña tuvieron que dotarse con médicos de familia y pediatras del primer nivel asistencial. La semana pasada, Salvador Illa advirtió que jugaría un papel clave en la fase de transición. El plan que presentaron el propio ministro y Fernando Simón a Pedro Sánchez incluye un apartado específico para atención primaria.
Existe un problema histórico, la falta de personal. Si un médico de familia tiene que ver una media de 40-50 pacientes por día, difícilmente va a ser eficaz en al detección de casos de coronavirus, aislamiento o derivación a hospital y seguimiento. Si encima le añadimos la obligación de desplazarse a los domicilios y residencias para realizar el test a aquellas personas que lo requieran o para atender a pacientes con otras patologías, la tarea resulta aún más complicada.
Dos presidentes de sociedades científicas de atención primaria han querido lanzar un mensaje al Gobierno en sendas entrevistas con iSanidad: los médicos de familia carecen de recursos para hacer frente a la desescalada.
El plan aborda, aunque sin entrar en detalles, la creación de centros de salud específicos o el establecimiento de dos circuitos. Habla de dotar de test, de protocolos de detección, de protección, de dotar de los EPI necesarios, coordinación… Pero olvida un aspecto clave: reforzar las plantillas.
Desde hace tiempo, los profesionales de atención primaria están sometidos a un estrés excesivo, que el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad no ha tenido en cuenta. Se añaden una serie de incertidumbres: la utilización de unos test que generan dudas, un estudio de seroprevalencia que no acumula más de un retraso y no termina de arrancar, la falta de material de protección… Precisamente es especialmente en primaria, que ha sufrido importantes pérdidas durante esta crisis.
Comienza la desescalada. El Gobierno ha tomado las primera medidas de desconfinamiento y ha anunciado los próximos pasos para la población, pero atención primaria sigue a la espera de los recursos que le permitan llevar con eficacia su función.
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