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Tras más de 40.000 profesionales sanitarios infectados, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que se espera más de un rebrote de la epidemia. “Necesitamos que sean lo menor posibles y que no pongan en tensión a nuestro Sistema Nacional de Salud“, ha asegurado.
“Necesitamos que sean lo menor intenso posible para que no pongan en tensión a los profesionales sanitarios que se están batiendo el cobre en primera línea de fuego”, ha declarado. Sin embargo, sigue sin resolverse el problema de los test rápidos y las PCR. Después de casi 50 días de confinamiento la mayor parte de los profesionales siguen sin realizárselos.
El 20% de los infectados son el personal sanitario que estará al frente cuando aparezca el rebrote. El 30% de las enfermeras y el 25% de los médicos aseguran haber tenido síntomas. Los Consejos de Médicos y de Enfermeras han pedido reiteradamente que se realicen pruebas de diagnóstico a todos los profesionales en los que haya sospecha de infección. Se trata de reducir los riesgos personales para los profesionales y para los pacientes a los que atienden.
Pedro Sánchez sigue sin hacer test pasivos a los profesionales sanitarios a pesar de que se espera más de un rebrote
Desde atención primaria se avisa que faltan recursos para la desescalada. Tanto Salvador Illa como Fernando Simón han advertido de que la atención primaria será prioritaria. Sin embargo, un médico de familia ya no podrá ver 40-50 pacientes, desinfectando el despacho cada vez y cumplir el protocolo.
Los planes necesitan recursos, y a día de hoy no se han anunciado. De hecho, son más los afectados de atención primaria que la hospitalaria. El acceso a las pruebas de detección es menor en este colectivo, y la exposición es mayor. Hay una evidente distancia entre las palabras y los recursos asignados.
El propio Serafín Romero, presidente de la OMC, pidió hace pocos días que la profesión fuera declarada “de riesgo”. Se pide por “la siniestralidad en el sector, la penosidad, peligrosidad y toxicidad de las condiciones de trabajo”.
“No hay plan B, el único plan es el estado de alarma”, ha dicho en una nueva comparecencia. Sánchez pide apoyo a los demás partidos, pero estos le critican la falta de negociación política.
