Tras el Covid-19 aumentarán los casos de ansiedad, depresión, trastornos de pánico y fobias

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Después de la actual situación es previsible que nos enfrentemos a un incremento de enfermedades mentales, concretamente a mayor frecuencia de ansiedad y depresión en los próximos meses y, por supuesto, a fobias, especialmente agorafobia -miedo a los espacios abiertos-, algo que ya es muy frecuente en consulta y se debe abordar rápidamente. Estas fobias suelen estar acompañadas de ansiedad o pánico”. Así lo ha expresado el Dr. Luis Gutiérrez Rojas, Psiquiatra del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, durante su participación en el webinar de Lundbeck Academy “Salud Mental: abordaje desde Primaria y Mindfulness”, en el que han participado alrededor de 600 profesionales de atención primaria.

El psiquiatra considera necesario distinguir entre la ansiedad normal, producida por una situación estresante como la que estamos viviendo, que cumple una función adaptativa y puede llegar a mejorar el rendimiento, de los cuadros de ansiedad generalizada y de los trastornos de pánico. Así ha matizado que el trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por ser diario y duradero, incapacitante, con somatización, que produce una preocupación constante y una sensación de no sentirse nunca a gusto. Y en los trastornos por ataques de pánico, por su parte, prevalecen pensamientos constantes de amenaza, de muerte inminente, de contagio…, que conllevan desvanecimiento, palpitaciones, mareos, vértigos, un cuadro intenso pero no duradero.

El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por ser diario y duradero

Según diversos estudios, la prevalencia anual del trastorno de ansiedad generalizada es del 3% y la prevalencia-vida del 4-8%, mientras que los trastornos de pánico presentan una prevalencia anual del 1% y del 1,2-1,6% a lo largo de la vida. La prevalencia-vida en el caso de la agorafobia es del 0,62%. La depresión, por su parte, tiene una prevalencia-vida del 10,6% y una prevalencia anual del 4%.

Ahora que afrontamos las fases de desescalada, cree que es el momento de prevenir y animar a las personas a ir regresando a la normalidad, saliendo poco a poco, a sociabilizar. “Si el miedo a salir nos paraliza o genera ansiedad, se debe consultar al médico de atención primaria. No se debe quitar importancia a estas situaciones, porque debemos recordar que la ansiedad es la puerta de entrada a la depresión, y si no actuamos y prevenimos, estas personas pueden padecer depresión en poco tiempo siendo entonces un problema mayor”, ha advertido el psiquiatra del Hospital San Cecilio de Granada. Además, ha puntualizado que el 60% de los casos de depresión cursan con síntomas de ansiedad.

El 60% de los casos de depresión cursan con síntomas de ansiedad

Se ha referido también a la salud mental infanto-juvenil, ya que los niños y adolescentes son un grupo especialmente vulnerable a desarrollar miedos y fobias. Por eso, los padres y familias deben animarles a salir y transmitir la vuelta a la normalidad de manera sencilla y positiva. “Si como padres tenemos fobias y ansiedad, tendremos niños y adolescentes fóbicos y ansiosos y esto les generará trastornos de salud mental importantes”, ha aclarado.

Por último, ha querido poner el acento en todas las personas con trastorno mental grave como psicosis o trastorno bipolar, a las que la situación provocada por la COVID-19 ha afectado de manera especial, porque, en su opinión, “han sufrido descompensaciones durante la época de confinamiento”.

 

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