..Javier Núñez Alfonsel. Instituto de Validación de la Eficiencia Clínica (IVEC).
Según los últimos estudios publicados, la obesidad tiene una prevalencia del 21% en España, asociando una predisposición elevada a quien la padece a diversos factores de riesgo cardiovascular, entre ellos la hipertensión, elevados niveles de colesterol en sangre y triglicéridos. En las mujeres, la obesidad es el incidente más importante dentro de las enfermedades cardiovasculares, después de la edad y la presión sanguínea.
Se calcula que el impacto económico que genera la obesidad a nivel mundial supera el 3% del PIB (unos 2 billones de dólares), pero no son los costes directos sanitarios los más preocupantes, sino el incalculable coste que generan la pérdida de productividad, absentismo laboral y la repercusión social de la obesidad.
El impacto económico que genera la obesidad a nivel mundial supera el 3% del PIB (unos 2 billones de dólares)
El aumento de la prevalencia de diabetes y obesidad a nivel mundial no sólo tiene impacto en la morbimortalidad de la población sino que impacta negativamente en los costes de cualquier sistema de salud. La obesidad actualmente es responsable del 7% del gasto sanitario total en España y la principal limitación al uso de fármacos en el tratamiento del paciente obeso es la no-financiación por el Sistema Nacional de Salud (SNS), conformado tanto por la sanidad pública como privada, lo que reduce su accesibilidad a estratos socioeconómicos más desfavorecidos.
La prevención es la medida más eficaz para evitar la obesidad, pero cuando ésta ha fracasado, las estrategias terapéuticas deben ser individualizadas para obtener el suficiente grado de pérdida de peso para evitar las complicaciones asociadas al estadio de severidad. En el momento actual, el tratamiento farmacológico de la obesidad genera un intenso debate entre la comunidad científica.
Las estrategias terapéuticas deben ser individualizadas para obtener el suficiente grado de pérdida de peso para evitar las complicaciones asociadas al estadio de severidad
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que cada dólar invertido en prevención de la obesidad, se recuperan 6 dólares. Por ello, es necesaria la aplicación en nuestro país de modelos que evalúen el coste-efectividad de las políticas de prevención y tratamiento de la obesidad y la rentabilidad social de estos recursos destinados por el SNS a afrontar una enfermedad que reduce drásticamente la esperanza de vida en países desarrollados.