..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
No hay peor sordo que el que no quiere oír. El Grupo de trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica sí está haciendo aportaciones, pero ¿habrá cambios? De momento parece que no. Ya lo dice el refrán popular, “vísperas de mucho, días de nada”. Los profesionales sanitarios están viendo con dolor que nadie se ocupa del futuro.
Los protagonistas muestran su interés y sus ideas de renovación con discursos preparados y trabajados con sus equipos. Lo consideran una oportunidad. Sin embargo… ¿por qué no habla del sistema sanitario de 2030 o 2040? Será porque ninguno de los “preguntantes” estará entonces. Las preguntas parece que están para “confirmar” la idoneidad de la política sanitaria de cada partido.
La Comisión de Reconstrucción, ¿debería hablar del sistema sanitario de 2030 o 2040?
La verdadera reconstrucción pasará por los que estarán en el futuro. Es evidente que hay que escuchar a la gente que tiene experiencia, a los que han estado al frente todos estos años. Sin embargo, es obvio que hay que escuchar, hacer partícipes a los que serán líderes en el futuro. Todas las grandes empresas tienen módulos para formación de jóvenes directivos. ¿Debería escucharles esta Comisión? Los últimos MIR, enfermeras jóvenes, investigadores, farmacéuticos involucrados en el sistema… gente con experiencia y bien valorados por la profesión, ¿podrían dar su visión? Muchos de ellos son ya referencia en el sistema, a la Comisión para la Reconstrucción, ¿no interesa escuchar a los líderes del futuro?
Si hacemos las mismas cosas, escuchamos a los mismos, tendremos los mismos resultados, los mismos problemas. Merece la pena tener una Comisión de Reconstrucción si se va a cambiar algo, pero si todo va a seguir igual, ¿para qué hace falta?
Merece la pena escuchar también a los líderes del futuro
En el futuro del sistema sanitario se habla de tecnología, de genética, de biología molecular… un mundo abierto y esperanzador para los pacientes. Sin embargo, la Comisión insiste en la colaboración público-privada, en la mejora de la Atención Primaria o en la sanidad universal. Estos temas deberían estar ya muy “trabajados”, no se hicieron antes y no parece que los que están los vayan a zanjar.
Si la Comisión para la Reconstrucción no trabaja los temas clave del futuro otros agentes lo harán por ellos. De esta manera podremos ver si esta pandemia nos ha enseñado algo o seguimos enrocados en nuestra área de confort.
