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Un ensayo clínico de fase I desarrollado en el Instituto de Investigación de Mujeres Magee, en EE. UU., sugiere que el embarazo podría ser un momento excelente para diagnosticar y curar la infección de la hepatitis C. Los resultados, publicados en la revista The Lancet Microbe, muestran que una combinación de antivirales es efectiva para curar la hepatitis C en el embarazo.
En concreto, se trata de los antivirales ledipasvir/sofosbuvir cuyo uso dio como resultado una tasa de curación de la hepatitis C del 100% entre nueve voluntarias embarazadas. Además, ninguno de sus bebés contrajo el virus y se desarrollaron normalmente. Tampoco presentaron ningún efecto adverso aparente de la medicación.
La combinación de ledipasvir/sofosbuvir bloquea las proteínas virales que la hepatitis C utiliza para replicarse dentro de las células
“La gente se preocupa por el riesgo de los antivirales en el bebé pero no considera la oportunidad psicosocial del embarazo. El embarazo es una época en la que las mujeres participan regularmente en la atención de la salud y se sienten motivadas a hacer cambios positivos para apoyar a sus familias en crecimiento. Podría ser una oportunidad para que estas mujeres tengan un nuevo comienzo, libre de infecciones, tanto para su propia salud como para la de sus bebés”, explica la autora principal del trabajo, Catherine Chappell.
La combinación de ledipasvir/sofosbuvir, comercializada por Gileab como Harvoni, bloquea las proteínas virales que la hepatitis C utiliza para replicarse dentro de las células. Como el mecanismo es específico del virus, los efectos secundarios son mínimos.
Catherine Chappell: “Podría ser una oportunidad para que estas mujeres tengan un nuevo comienzo, libre de infecciones”
“La única preocupación que teníamos era que el sofosbuvir es excretado por los riñones, y durante el embarazo los riñones trabajan en exceso. Eliminan el medicamento más rápidamente que de otra manera, así que nos preocupaba un poco que si los participantes tenían una disminución significativa de este medicamento no fuera tan efectivo”, destaca Chappell.
Por otra parte, las mujeres embarazadas que recibieron la dosis estándar tenían la misma cantidad de fármaco activo en su sistema que la reportada para las mujeres no embarazadas. Aunque los resultados son prometedores, Chappell advierte de que se necesitan más estudios antes de que los medicamentos antivirales puedan prescribirse ampliamente a las embarazadas.
Para alcanzar este objetivo, se unirá a un ensayo clínico multicéntrico de fase II que probará la seguridad y eficacia de estos medicamentos en docenas de mujeres embarazadas con hepatitis C en todo el país. Este estudio lo financió el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EE.UU., la Oficina de Investigación sobre la Salud de la Mujer y Gilead Sciences.