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Las organizaciones sanitarias del sector público deben presentar y publicar un plan anual de contratación para que el sistema sanitario sea sostenible. Esta es una de las ideas que plantea la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) de cara a mejorar el futuro del sistema sanitario.
“El análisis y la búsqueda y priorización de soluciones a los retos sanitarios promoverán la calidad y la eficiencia en un sistema que vive una crisis de sostenibilidad, acompañada de la necesidad de evaluación de resultados”, indica Joaquín Estévez, presidente de Sedisa. La Ley de Contratos del Sector Público es un reto para el sector sanitario. Por ello, los directivos de la salud deben continuar trabajando para profesionalizar la compra pública. Basándose en el conocimiento y la experiencia que se vaya acumulando y profundizando en ambos sentidos en las posibilidades que aporta la Ley.
Del Cacho: “Como directivos de la salud tenemos la obligación de la racionalidad en el uso de los recursos”
“El Plan Anual de Contratación, centrado sobre todo en los Capítulos II y VI de los presupuestos, es uno de los puntos clave y requisito de imprescindible cumplimiento de la Ley. Esta nos dirige a programar la actividad de contratación, ordenando, coordinando y determinando recursos, necesidades y actividades, y a dar a conocer dicha programación de forma anticipada”, explica Domingo del Cacho, Director Gerente del Hospital Severo Ochoa y presidente de la Agrupación Territorial de SEDISA en Madrid.
Además, como directivos de la salud y más allá de la Ley, del Cacho señala que “tenemos la obligación de la racionalidad en el uso de los recursos; la lucha contra el conflicto de intereses; establecer directrices y recomendaciones para la ejecución de los procesos de compra posteriores y alinear presupuesto y programación. De manera que se permita la integración de especialistas en contratación en dicho proceso. Y todos ellos son objetivos del Plan Anual de Contratación”.
David Lentisco: “Se trata de un proyecto de gestión que se tiene que desarrollar por cada órgano de contratación”
Desde Sedisa se ha elaborado un posicionamiento para aportar las claves a la hora de programar la compra pública. Desde los objetivos de la programación hasta el ciclo de la planificación contractual, pasando por el contenido mínimo de la programación, el seguimiento del cumplimiento y la publicidad del programa,
Según su autor, David Lentisco, director general de Lentisco Alentto Group y el impulso de la Agrupación Territorial de Sedisa en Madrid, “la Ley de Contratos del Sector Público establece la obligación, de forma explícita en el artículo 28.4, para todas las entidades del sector público. Se trata de un proyecto de gestión que se tiene que desarrollar por cada órgano de contratación, de acuerdo con sus particularidades, necesidades y recursos disponibles”.
Objetivos del Plan Anual de Contratación
Los objetivos de la Programación de Compra Pública o del Plan Anual de Contratación son cumplir con la obligación de racionalidad en el uso de los recursos; diferenciar entre contratación programada y contratación incidental; configurar una actividad de compra predictible y que fomente la competitividad económica y la participación de licitadores; cumplir con las exigencias de publicidad y transparencia y lucha contra el conflicto de intereses; establecer directrices y recomendaciones para la ejecución de los procesos de compra posteriores; alinear presupuesto y programación, permitiendo la integración de especialistas en contratación en dicho proceso y establecer indicadores de medición del cumplimiento de la programación y objetivos.
Toda actividad contractual de las instituciones sanitarias conlleva siempre la inmovilización automática de recursos presupuestarios
Esto conlleva la realización de un análisis previo. Para Lentisco, “programar y planificar la compra pública nos aporta ya la argumentación necesaria para poder motivar el resto de los contratos que vendrán a partir de ahí. La programación de la compra es un proyecto que ordena, coordina y determina recursos, necesidades y actividades”.
Impacto en la gestión presupuestaria
El impacto de la programación en la compra pública y en la gestión presupuestaria es evidente. De hecho, toda actividad contractual de las instituciones sanitarias conlleva siempre la inmovilización automática de recursos presupuestarios. Por tanto, la programación de la compra pública va a afectar al proceso de gestión presupuestaria.
“Este es un aspecto clave, ya que ambos conceptos tienen que ser puestos en común. Si la programación de la compra pública precisamente se lleva a cabo para mejorar la eficiencia en esa gestión presupuestaria, ese proceso tiene que producirse de forma coordinada”, explica Lentisco. Por tanto, toda actividad que conlleve gasto público debe supeditarse a lo marcado en las disposiciones presupuestarias y con los límites que se establezcan en los escenarios del presupuesto.
La programación de la compra es una parte fundamental de la gestión presupuestaria y debe contar con un seguimiento de su grado de cumplimiento
Asimismo, la programación de la compra es una parte fundamental de la gestión presupuestaria y debe contar con un seguimiento de su grado de cumplimiento. Para ello, se hará mediante la supervisión de un comité formado por responsables del área de contratación y del área de gestión económica. Dicho comité deberá recabar el feedback de los servicios, departamentos o unidades implicados, respecto del grado de cumplimiento de los objetivos perseguidos con las adquisiciones.
“El comité que se establezca para realizar el seguimiento debe recibir de forma constante la información por parte de aquellos servicios, departamentos y unidades que determinaron o definieron en su día las necesidades institucionales. Y que, por lo tanto, evaluarán el nivel de cumplimiento real de los objetivos que se perseguían con las adquisiciones”, apunta Lentisco.
Dicha evaluación será anual, con carácter previo a la programación para el ejercicio siguiente. De esta forma se podrán obtener conclusiones válidas sobre el grado de cumplimiento y las desviaciones producidas respecto de la programación anterior. “Con ello, se podrá emitir un plan de acción que permita corregir las incidencias detectadas y establecer un modelo de mejora continuada como base para el éxito de las siguientes programaciones, y de la compra en general”, concluye el autor.
