Alfonso González
Es una evidencia para todos que la actual colegiación de los médicos no está alineada con los intereses y necesidades de los colegiados. Pagar las cuotas de colegiación debería ser entendido como una inversión para unos servicios que se reciben y son percibidos como un bien profesional, pero la realidad dista mucho de esto. Los continuas luchas políticas y los escándalos de gestión y económicos no incitan a la confianza.
La encuesta realizada por “iSanidad. Lo mejor de la sanidad” demuestra que los colegios todavía tienen que realizar un análisis de necesidades y después un trabajo de adecuación. Esta falta de alineación ha hecho que las miras del Gobierno se sitúen sobre la actual colegiación. El resultado de la encuesta es completamente elocuente. A la pregunta “Con la situación socioeconómica actual, ¿hace bien el Gobierno revisando la colegiacón obligatoria?” las respuestas son
- No, está bien como está 5%
- Si, es necesario algún cambio 52%
- Si, la colegiación debe ser voluntaria 27%
- Si, los colegios de médicos deberían suprimirse 14%
La tarea de las Juntas Directivas debe estar más marcada a una orientación al médico y en su defensa profesional. La falta de representatividad está siendo cada vez más acuciante y cuando llegue el momento de defender este sistema de colegiación será difícil apostar por el sistema actual que genera un “total desinterés”.