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La pandemia ha originado una disminución en los presupuestos de los diferentes servicios y una significativa reducción de la inversión en nuevas tecnologías en el ámbito quirúrgicos. Asimismo se ha desviado la mayor parte de los recursos sanitarios hacia la atención de los pacientes afectados y la prevención de los contagios. “El problema no es el presente, sino que estamos hipotecando el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías para el mañana”, asegura el Dr. Eduardo Lobo, especialista de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y presidente de la Asociación Madrileña de Cirujanos.
La pandemia ha provocado un notable descenso en la inversión tecnológica en ámbitos quirúrgicos
La pandemia ofrece pocas noticias alentadoras desde el punto de vista de avances quirúrgicos. Atendiendo a su experiencia particular, el Dr. Lobo resalta que “hemos tenido que valorar muchos de nuestros recursos para asegurarnos de la adecuación de la cirugía y comprobar que la cirugía mínimamente invasiva es adecuada y muy útil en los pacientes en estos momentos. La pandemia, además, nos ha llevado a utilizar filtros para evitar la emisión de gas que pudiera estar contaminado al ambiente del quirófano”.
Este ralentización o parálisis en la introducción de nuevas tecnologías ahonda aún más en brechas y déficits ya existentes, como sucede en el campo de la cirugía robótica. Para el Dr. Eduardo Lobo, “el gran reto pendiente de superar en España, sobre todo en la medicina pública, es el desarrollo y avance de la cirugía robótica”; y, en este sentido, “el parón que va a suponer la pandemia en las inversiones en el campo de la robótica va a ser muy importante”.
Dr. Lobo: “El gran reto de España a superar es el desarrollo y avance de la cirugía robótica en la salud pública”
De hecho, ha supuesto un descenso importante en el número de intervenciones quirúrgicas, un aumento de los controles de los pacientes, un cambio en la relación médico-paciente y un acelerado aprendizaje de las nuevas tecnologías de la información. “Las consultas han pasado a ser telefónicas y eso ha supuesto, bruscamente, un gran reto para todos, con una distinta aceptación por parte de los cirujanos y de los propios pacientes”, explica el especialista del Hospital Ramón y Cajal, quien admite que “todas las administraciones se han visto desbordadas a la hora de gestionar la pandemia, teniendo que nadar entre dos aguas: la sanitaria y la económica”; a su juicio, en ambos casos se han cometido errores: “mala previsión de la evolución de la enfermedad, deficiente provisión de materiales de protección, educación sanitaria inadecuada, y una pésima gestión de la información y tergiversación interesada de la misma por todas las fuerzas políticas”.
Sin embargo, gracias a la imperiosa necesidad de implantar nuevas tecnologías de la información, “estamos logrando poco a poco una gran fluidez de las comunicaciones y el desarrollo de numerosos trabajos cooperativos multicéntricos, sobre todo en relación a la influencia de la pandemia en el ámbito quirúrgico”, indica el Dr. Eduardo Lobo.
Dr. Lobo: “Estamos logrando poco a poco una gran fluidez de las comunicaciones y el desarrollo de numerosos trabajos cooperativos multicéntricos”
Respecto al impacto que está teniendo la actual situación en los tiempos de espera para someterse a una intervención quirúrgica, el especialista asegura que “el retraso no ha existido ni existe en la patología tumoral o en la cirugía urgente; las indicaciones pudieron cambiar al principio de la pandemia, pero posteriormente volvieron a la misma situación prepandemia. De hecho, son las mismas que hace un año”. En cambio, según reconoce, “en la patología no tumoral de gravedad moderada si hay un retraso en la realización de la cirugía que, en el caso del Hospital Ramón y Cajal, es de 3-4 semanas; en la patología no tumoral leve la demora es mayor y dependerá de la evolución de la segunda ola”.
De cualquier modo los progresos tecnológicos en cirugía no se detienen completamente, y se atisban algunas esperanzadoras tendencias de futuro. El presidente esoptimista con “el diseño, a partir de las técnicas de imagen, de los órganos con sus patologías y la implementación en 3D. Esta tecnología permitirá la simulación de la cirugía en estos diseños como preparación para la cirugía real”. Otro paso posterior será la grabación de los movimientos a realizar y la transmisión robótica para su realización sin temblores.
Los progresos tecnológicos en cirugía no se detienen completamente, y se atisban algunas esperanzadoras tendencias de futuro
Otros ámbitos en los que se espera en los próximos años una importante evolución de la cirugía son la nanotecnología y su implementación en el ámbito quirúrgico, así como en la cirugía mínimamente invasiva y la cirugía guiada por técnicas de imagen intraoperatoria que, entre otros beneficios, permitirá determinar la presencia de células tumorales.
Ante esta situación, el Dr. Lobo demanda “un necesario impulso de la participación de los cirujanos en los centros de ingeniería biomédica, promover la telemedicina y la cirugía robótica, así como incentivar el desarrollo de la cirugía virtual como medida para facilitar el aprendizaje de los cirujanos y para optimizar la asistencia quirúrgica”.