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José Soto es economista, director gerente del Hospital Clínico San Carlos desde el año 2001. De hecho, es el decano de los gerentes en España, es el que más tiempo lleva. La misión de los gerentes en la pandemia está siendo esencial. Han tenido que lidiar con una enorme falta de recursos y coordinar equipos clave. Por su experiencia acumulada en el hospital, José Soto ha querido explicar en iSanidad su visión del gerente en el siglo XXI.
¿Cuál es la función de un gerente de hospital en el siglo XXI?
En este siglo XXI en que nos hallamos, tan convulso desde que lo comenzamos, la función de un gerente de hospital, o de una organización sanitaria en general, se debe situar en el contexto del denominado Liderazgo Transformacional, que exige la adopción de los siguientes postulados de forma clara, a mi juicio:
- Visión: Proponer un horizonte a la organización que dirige, factible, atractivo a los profesionales, derivado del análisis de los intereses de las llamadas “partes interesadas” (profesionales, pacientes, proveedores, autoridades, ciudadanos, alumnos, profesores…)
- Constante análisis de los riesgos en que se incurre que pueden afectar al devenir de la organización, y propuesta de intervención para paliarlos o anularlos.
- Práctica del pacto con los responsables asistenciales como método de conseguir los objetivos.
- Dinámicas de dirección de empresa, sabiéndose responsable del buen funcionamiento del soporte organizativos de la organización que dirige.
La función de un gerente de hospital se debe situar en el contexto del denominado Liderazgo Transformacional
¿Cómo serán las decisiones en la gestión sanitaria dentro de 15 años?, ¿económicas, científicas, políticas?
Si pensamos en un plazo de 15 años (el 2035), estamos dibujando una gestión sanitaria con algunos cambios relevantes (como la posibilidad de una formación reglada de los gestores, y la garantía de recambios constantes en los directivos por alguna forma de promoción de liderazgos jóvenes), pero estaremos persiguiendo el eterno objetivo de equilibrar las decisiones directivas para conseguir el punto de motivaciones económicas, científicas y políticas (entendida la política como el cumplimiento de los mandatos de los propietarios o sus representantes, según sean organizaciones privadas o públicas respectivamente) que maximicen el valor de cada decisión.
El riesgo que seguirá existiendo siempre es del escorzo o sesgo hacia una u otra motivación, por las presiones en uno u otro sentido.
En 15 años estaremos persiguiendo el eterno objetivo de equilibrar las decisiones directivas para conseguir el punto de motivaciones económicas, científicas y políticas
¿Cómo se forma un directivo de la salud?
En estos momentos, la formación de un directivo de la salud viene ligada a la voluntad individual de completar su formación de base (universitaria en la mayoría de los casos) con opciones de postgrados o cursos específicos que le permitan mejorar sus competencias para el desempeño de sus funciones.
En el futuro (pienso en el horizonte temporal de menos de 10 años) tendremos graduados en Administración y Gestión de Servicios de Salud. Así, se posibilitará una formación reglada y avalada por titulación universitaria de grado, a la que se completarán distintos postgrados en materias específicas, como ocurre ahora.
En el futuro tendremos graduados en Administración y Gestión de Servicios de Salud
¿Quién debe valorar la gestión que está realizando un gerente de hospital y en base a qué criterios?
Quien asigne una función gerencial de un hospital (público o privado) a un gestor, es quien debe valorar su labor, en base al cumplimiento de los objetivos que se le asignen (objetivos de cualquier tipo. Es una cuestión de lógica. La forma de nombrar o designar un gerente es otra cuestión, en la que debería primarse más la profesionalidad.
José Soto, director gerente del Hospital Clínico San Carlos: En la forma de nombrar o designar un gerente debería primarse más la profesionalidad
¿Hasta qué punto la profesionalización de la gestión puede ser clave en futuras crisis o pandemias?
No solo en futuras pandemias, sino siempre, la profesionalización de la gestión sanitaria se ha desvelado como clave en el éxito de la función directiva de una organización sanitaria. El mundo siempre está en crisis.
El estado de crisis, entendido como cambios permanentes a ritmo casi siempre acelerado, en las formas de vivir y de relacionarse en una sociedad, define los roles del sistema sanitario (y de cualquier organización de cualquier ámbito) y marca exigencias de anticipación a sus efectos, para lo que se exigen profesionales (no aficionados) a la cabeza de los Hospitales y Centros Sanitarios, con formación, capacidad competencial, y hábito de dirigir equipos.
¿Cuál será la función de Sedisa en los próximos años?
Durante los próximos años (digamos en el horizonte de los venideros 4 años, período de dirección de su nueva Junta Directiva a elegir próximamente), Sedisa tendrá que seguir ejerciendo su labor importante de representación de los directivos de la salud ante la sociedad, y ante sus representantes, sus autoridades, sus referentes, etc.
Esto le exigirá una constante participación en los movimientos de generar opinión, aumentar su influencia, liderar la interlocución con los agentes del sector….
Su mayor reto es ganar cuotas de profesionalidad en el desempeño de las funciones directivas en cualquier ámbito de gestión sanitaria. Será a través de las estrategias de profesionalismo (formación, capacitación especializada, relevo generacional, promoción de liderazgos, etc).
Sedisa tendrá que erigirse en la casa de todos los socios, amigos o aliados de nuestra Sociedad.
