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En las recomendaciones para evitar el contagio de Covid-19 de autoridades sanitarias y centros de investigación las pautas para ventilar de espacios cerrados como aulas u oficinas cada vez están más presentes, una vez que la comunidad científica parece tener claro que la transmisión aérea del SARS-CoV-2 es una vía de transmisión.
Uno de los espacios que han iniciado el curso con su actividad normal, tras meses cerrados, son los colegios. Por eso, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha publicado una guía sobre cómo ventilar las aulas de manera adecuada para minimizar el riesgo de contagio de Covid-19. Aunque sus indicaciones también son aplicables a otros espacios interiores como oficinas y edificios de uso público.
Ventilar espacios cerrados como oficinas y aulas y hacerlo de manera adecuada reduce el riesgo de contagio por Covid-19
La guía establece pautas en función del volumen de la clase, del número y la edad de los ocupantes y de la actividad que realicen. También ofrece herramientas para saber si las condiciones de ventilación y purificación del aire en las salas son las adecuadas, dos conceptos que aclara la investigadora María Cruz Miniguillo. “La ventilación es la renovación de aire, es decir, sustitución del aire interior potencialmente contaminado, con aire exterior libre de virus. Y la purificación del aire consiste en la eliminación de las partículas en suspensión, susceptibles de contener virus”.
Esta investigadora ha elaborado la guía junto al investigador Xavier Querol, ambos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea-CSIC), y con la colaboración de José Manuel Felisi y Tomás Garrido, de la Asociación Mesura. El riesgo de contagio se reduce al disminuir la emisión y exposición a las partículas en suspensión, los aerosoles.
El documento recomienda cinco o seis renovaciones de aire cada hora
Según informa el CSIC, el documento se basa en la guía de la Universidad de Harvard, que recomienda cinco o seis renovaciones de aire por hora para aulas de 100 metros cuadrados con 25 estudiantes. Señalan que es preferible que las aulas tengan ventilación natural y si es cruzada, mejor. Además propone utilizar extractores o impulsores individuales si la ventilación natural no es suficiente.
En caso de espacios con sistemas centralizados de ventilación, indican que la tasa de aire exterior se debe incrementar y la recirculación se debe reducir. Pero si no se puede recurrir a ninguna medida de ventilación, la guía recomienda purificar el aire con equipos con filtros HEPA. “La solución puede ser una combinación de opciones”, señala el CSIC. Para saber si tenemos una adecuada ventilación y purificación en las aulas, la guía explica dos métodos basados en medidas de dióxido de carbono (CO2). Estos métodos permiten determinar de manera cuantitativa la ventilación en una clase.
Si no se puede recurrir a ninguna medida de ventilación, la guía recomienda purificar el aire con equipos con filtros HEPA
El CSIC señala que las recomendaciones de la guía no sustituyen al uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia y las medidas de higiene. Tampoco al servicio de profesionales de ventilación y tratamiento de aire, puesto que algunos espacios necesitan otros cálculos más complejos. Además, los investigadores advierten de que “el riesgo de contagio cero no existe”, y por lo tanto las medidas que recoge la guía “reducen el riesgo, pero no lo eliminan completamente”.
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