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El Hospital Ruber Internacional, del grupo Quirónsalud ha creado la Unidad de Mama de Alto Riesgo y Consejo Genético. Esta unidad la forman múltiples especialistas, como radiólogos, ginecólogos, genetistas y cirujanos plásticos. De manera conjunta determinan el nivel de riesgo de padecer un cáncer de pecho y consensuan el protocolo de seguimiento.
“Se realiza a la paciente una anamnesis completa, es decir, una historia clínica muy detallada. Valoramos sus antecedentes familiares y personales, incidiendo en aquellos factores de riesgo que conocemos tales como consumo de tabaco o alcohol, hábitos de vida no saludables, uso de terapias hormonales, etc. También sabemos que aumenta el riesgo el haberse realizado una biopsia previa en la mama o si se cataloga de masas muy densas en las mamografías”. Así se ha explicado la Dra. Esther Suárez, ginecóloga de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional.
El equipo multidisciplinar de la Unidad de Mama del Ruber Internacional determinar el nivel riesgo de padecer cáncer de mama y consensuan el protocolo
Con toda esta información se establece su nivel de riesgo, que se divide en alto, medio o normal. Para la valoración de riesgo se utilizan herramientas informáticas que valoran los datos personales, familiares y en su caso estudios genéticos.
La Dra. Suárez explica que todo comienza en función de este riesgo. “Junto con los radiólogos se ha diseñado un programa de seguimiento personalizado y determinamos a partir de qué edad iniciamos los controles”. Así, pone un ejemplo. “Si una mujer joven tiene una mutación genética conocida, a partir de 25-30 años empezamos a hacerle pruebas para la detección precoz de la enfermedad”.
La detección de una mutación genética no solo tiene un fin diagnóstico. También tiene un aspecto pronóstico a través de la valoración de las mutaciones encontradas y una parte predictiva. Así lo indica la Dra. María Orera, especialista en genética del Hospital Ruber Internacional y del equipo médico de Health Diagnostics. “Nos permite concentrar los esfuerzos diagnósticos e incluso preventivos para minimizar el impacto de la mutación“, ha apostillado.
El Consejo Genético del Hospital Ruber Internacional cuenta con unos criterios flexibles a la hora de realizar un estudio genético. No obstante, Orera lo recomienda a toda persona que tenga un cáncer de mama antes de los 40 años. “Y sobre todo aquellos que hayan tenido dos tumores de mama o un tumor de mama y ovario o ha tenido un tumor de mama y le ha vuelto a salir a los cinco años (recidivas)“, ha señalado.
En caso de detectarse una mutación, las medidas variarán en función de si la paciente ha desarrollado o no un carcinoma de pecho. Según ha argumentado la especialista en genética, en las pacientes sin cáncer se propone un programa de seguimiento basado en imagen.
La decisión final corre a cargo de los ginecólogos y siempre consensuada con la paciente
“En vez de realizar una mamografía, hacemos resonancia que es más sensible y específica. También añadimos seguimiento del ovario, ya que dependiendo del gen afectado existe un incremento de riesgo de tumores ováricos. Generalmente se realizan pruebas diagnósticas cada seis meses“, ha enfatizado la Dra. Orera.
Por el contrario, en pacientes con cáncer ya diagnosticado, se propone realizar cirugías más extensas, tras haberse completado las sesiones de quimioterapia y radioterapia. “Si no hay se ha detectado mutación de riesgo muchas mujeres, sobre todo las jóvenes, optan por hacer solo la extirpación del tumor, la tumorectomía. Pero las mujeres que presentan este tipo de mutaciones tienen una probabilidad del 40-50 por ciento de recidiva temprana“, ha recalcado Orera.
La decisión final corre a cargo de los ginecólogos y siempre consensuada con la paciente. “Decidimos la conveniencia o no de extirpar todo el tejido mamario -una mastectomía- y realizarle una reconstrucción mamaria junto con el cirujano plástico; ésta puede ser en el mismo acto quirúrgico o bien diferida en el tiempo, y de igual forma se valora de forma individualizada el tipo de implante que se va a colocar“, ha indicado la Dra. Suárez.
Por otro lado se estudia el caso si la paciente tiene una cierta edad o bien ha completado su ciclo reproductivo. En caso de riesgo de cáncer de ovario, se plantea la posibilidad de extirpar los ovarios y trompas de forma preventiva. Se haría mediante una laparoscopia, con cirugía mínimamente invasiva. En el caso de que la mutación sea de una paciente joven, que aún no ha tenido hijos, se abren otras posibilidades. De hecho, se hacer un diagnóstico genético preimplantacional, la selección de embriones.