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La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) ha pedido al Gobierno y a las comunidades autónomas que “aseguren las medidas contrastadas para controlar la pandemia”, que utilicen los recursos disponibles “de manera consecuente siguiendo las indicaciones clínicas” y que eviten “crear conflictos con los profesionales sanitarios cuando más necesario es que estemos concentrados en nuestra labor y más cansancio se acumula”. En un comunicado emitido este jueves, Facme pide que se priorice el uso de test rápidos de antígeno y enumeran cuándo y cómo son adecuados, así como en qué momento debe hacerse prueba PCR y cuándo serología de anticuerpos.
Facme pide que se priorice el uso de test rápidos de antígeno y enumeran cuándo y cómo son adecuados
Así, solicitan a las autoridades que revisen los protocolos siguiendo las recomendaciones científicas, que unifiquen las líneas maestras de actuación en todas las comunidades y que se asegure la colaboración entre equipos de rastreo y asistenciales. La organización que agrupa a las sociedades médicas ha hecho un llamamiento al Ministerio de Sanidad para que revise la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19. Este documento, actualizado por última vez el 12 de noviembre “mantiene algunos aspectos e indicaciones que sería necesario ajustar”, señala Facme.
Este ajuste se relaciona con las recomendaciones del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) sobre los test de antígenos rápido. Consideran que proponen “una visión más amplia y operativa de la recogida y análisis de muestras”. Este comunicado llega, precisamente, en una semana en la que la venta de test de anticuerpos en farmacias ha generado polémica entre los profesionales sanitarios y la posibilidad de que se comercialicen autotest rápidos de antígeno está sobre la mesa.
Solicitan a las autoridades que revisen los protocolos siguiendo las recomendaciones científicas, como las de los ECDC con respecto a los test rápidos de antígeno
Facme cree que la estrategia de detección, manejo de casos y contactos en atención primaria y en los servicios de Urgencias debe basarse en la realización de test antigénico en todos los pacientes sospechosos de infección por Covid-19, tras la valoración clínica. Si dan negativo y hay una alta probabilidad de la enfermedad, se debería realizar en el acto una PCR. Pero si no fuera posible, piden repetir la prueba de antígenos entre dos y cuatro días después. Y si no se confirmara el diagnóstico, Facme pide realizar prueba serológica de anticuerpos a partir del séptimo día de los síntomas.
En el caso de los contactos estrechos, es decir, los convivientes o personas con una relación estrecha, los ECDC recomiendan hacer el test de antígenos lo más rápido posible para detectar nuevos casos. Si el resultado es negativo, hablan de una posible repetición del test dentro de los siete días desde el último contacto con el caso índice.
Facme cree que deben realizarse test rápidos de antígeno a todos los casos sospechosos de Covid-19 y a sus contactos estrechos
Por su parte, para los contactos estrechos puntuales, aquellas personas que han pasado 15 minutos a menos de dos metros del contagiado sin la protección adecuada, recomiendan cuarenta y test de antígeno entre el tercer y el séptimo día después del contacto. Si se trata de contactos no estrechos, solo recomiendan las pruebas en centros sanitarios, sociosanitarios y otras instituciones. Para todos los contactos recomiendan aumentar las medidas de protección y la vigilancia activa de síntomas durante 10 días.
Facme no recomienda cribados poblacionales masivos
La federación presidida por la Dra. Pilar Garrido advierte de que los cribados poblacionales masivos “no están recomendados salvo en brotes localizados con una gran incidencia”. Señalan que tanto la sensibilidad como el valor de la prueba rápida de antígeno es “menor”, lo que podría dar lugar a “un aumento de la tasa de falsos positivos”. Recuerdan que “no se ha realizado ningún estudio que demuestre la utilidad de este tipo de medidas”. Y apuntan que los resultados preliminares de las validaciones de los test rápidos de antígeno “sugieren una importante pérdida de sensibilidad en pacientes asintomáticos sin contacto conocido”.
Facme advierte de que los los cribados poblacionales masivos “no están recomendados salvo en brotes localizados con una gran incidencia”
También apuntan que los test tienen falso positivos y falsos negativos. Así, un resultado negativo de la prueba de antígenos no excluye el desarrollo de la enfermedad. Tampoco la posibilidad de contagiar, sobre todo, en los días inmediatamente posteriores a la prueba. “No es buena idea relajar las medidas de distanciamiento social basándose en una prueba negativa que genera falsa seguridad”, afirman.
Creen que adoptando esta estrategia de detección de casos, basada en “un uso adecuado de recursos humanos y pruebas diagnósticas”, se puede alcanzar el objetivo de reducir la incidencia de casos, disminuir la presión sobre el sistema sanitaria y recuperar la atención a pacientes crónicos y pendientes de cirugía. Además, Facme ofrece sus grupos de trabajo para colaborar y “evitar una tercera ola ante la inevitable socialización asociada a las fechas navideñas”.
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