El tráfico de órganos es muy cercano

Isabel González
Hace pocos días  se ha dado a conocer el caso de una albanesa que supuestamente fue operada por tener piedras en el riñón, y pasados 15 años, en un chequeo rutinario, descubrió que ese riñón ya no se encontraba en su cuerpo.

Shegere Likaj, nacida en Patos, al sur de Albania, se encontraba en Grecia para visitar a su hija. Allí fue a hacerse un chequeo rutinario donde le informaron que no tenía el riñón que en el año 1998 le trataron con cirugía en el Hospital Universitario “Madre Teresa” para extraerle piedras que se habían formado. 

La mujer volvió al propio hospital donde se realizó la cirugía para repetirse la prueba, confirmando el diagnóstico de los anteriores especialistas. Al preguntar por su historial clínico, el hospital negó que existiera, “quiero que me digan la verdad, que se ha hecho con mi cuerpo”, se lamentaba la paciente, “la operación resultó exitosa. Le quitamos la piedra del riñón, y que ahora va a funcionar normalmente”, le dijeron al marido.

Un supuesto tráfico de órganos que aunque parezca de una película de terror, ya se ha conocido más veces en varios casos de tráfico ilegal de órganos por los propios profesionales. Según la OMS, “En el mundo solo se realizan legalmente un 10% de los trasplantes necesarios”.

En 2012, un dirigente opositor ecuatoriano y médico de profesión, Wenceslao Mansogo, fue detenido en Bata por un supuesto tráfico de órganos, según informó en su día la Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial.

Otro de los casos fue Yusufs Sonmez, cirujano turco detenido por una trama de trasplantes ilegales en la clínica Medicus de Kosovo. Este médico contactaba con personas para ofrecerles dinero por sus órganos en internet pero a la hora de la verdad no les pagaba la cantidad acordada como testificó uno de los afectados. Escapó a Sudáfrica donde no pudieron extraditarle y donde supuestamente montó otra clínica con el mismo fin, estando en busca y captura por la Interpol durante años. Se le conocía como”doctor Frankenstein”, denunciado en el informe de Dick Marty, el senador y exjuez suizo que realizó el informe, del Consejo de Europa, llevado a cabo en suelo albanés por la guerrilla kosovar, tras la guerra que les enfrentó a Serbia.

Esta trama era dirigida por altos mandatarios del Ejército de Liberación de Kosovo(ELK), que era la principal guerrilla que lideraba la independencia de esa región frente al poder serbio, incluyendo dentro de la red al propio ministro kosovar, Hashim Thaci. Médicos, chóferes, guardianes…todos estuvieron implicados en la propia trama.

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