El Estado Federal de Estados Unidos se encuentra paralizado por culpa de la reforma sanitaria de Barack Obama, conocida como “Obamacare”. Los líderes republicanos y demócratas no han sido capaces de llegar a un acuerdo sobre el presupuesto. Con el cierre del Gobierno la administración no tiene dinero suficiente para funcionar, y no puede hacer frente a los costes que suponen los funcionarios y todos los servicios no esenciales.
Mientras los republicanos no quieren firmar unos presupuestos que incluyan los fondos para el Obamacare, el presidente Obama, del Partido Demócrata, no ha querido acordar unos presupuestos que no lo incluyan. La falta de acuerdo en el Congreso sobre esta reforma, que busca dar cobertura a unos 48 millones de personas que carecen de seguro médico.
La pérdida de credibilidad para el partido Republicano es total, porque el cierre del Gobierno no supone la paralización del Obamacare, una proyecto que va a seguir funcionando porque es considerada una ley obligatoria y no discrecional. Lo que sí se verá reducida es la investigación médica federal y la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos).
Los republicanos han pedido a los demócratas que escuchen al pueblo americano que no quiere Obamacare, y a su vez los demócratas han pedido a los republicanos que escuchen al pueblo americano, que quiere Obamacare.
El enfrentamiento político, en función de los días que dure, va a suponerle a Estados Unidos unas pérdidas de un 0,3% del PIB. La última vez que sucedió esto fue en 1995, con Bill Clinton de presidente y 28 días de cierre, por entonce con un coste de unos 1.000 millones de dólares
..Lola Granada..
