¿Cabe un “zapatófono” en el escote de López Arribas?

La presencia de López Arribas en el ICOMEM ha pasado de ser “anecdótica” a ser “insultante” para la profesión. Ninguno de los que la rodean pueden estar seguros de sus intenciones porque sus actos muestran que tiene capacidad para hacer todo tipo de trampas, sin escrúpulos. Parece haber dejado el término “honestidad” muy lejos de su actividad. Desde que la psiquiatra Sonia López Arribas, comandante del ejército español, llegó al Colegio se ha sentido como “la reina de noche”, las normas éticas, morales y legales parecen haber desaparecido. Los médicos ven con horror lo que ella está haciendo en el Colegio.

El último de los líos ha sido utilizar una “grabadora” oculta en su ropa interior, en el escote, durante uno de los Plenos de la Junta Directiva. No se trata de necesidad de consentimiento o de falta de confianza. Independientemente de lo que diga la ley es una absoluta muestra de desprecio a los miembros de la Junta, una falta absoluta de ética y de moral. Los que siguen identificando la honestidad con López Arribas están mostrando que deben revisar su vocabulario porque son conceptos antagónicos.

El historial de la actual presidenta está lleno de manchas:

Antonio Mora
La primera muestra de que estaba dispuesta a saltarse todas las normas posibles fue la contratación de Antonio Mora. Este “personaje” se convirtió en el “azote” de la Junta Directiva. Lo primero que hizo López Arribas fue imponer su presencia, otorgarle unos poderes internos excesivos, un sueldo de más de 10.000 euros mensuales y darle una tarjeta de crédito corporativa (utilizada en cenas con la presidenta en muchos de los mejores restaurantes de Madrid). Antonio Mora, con el apoyo absoluto de la presidenta, se dedicó a despedir a trabajadores que le molestaban, firmar cheques, hacer contratos a “amiguetes”, cancelar convenios del Colegio, amenazar a los miembros de la Junta… La presidenta, lejos de parar tanto desenfreno le cedió su despacho y la Sala de Juntas como su lugar de trabajo.
Ha sido muy comentado en el entorno colegial los paseos de Antonio Mora y Sonia López Arribas por muchos restaurantes de Madrid cogidos de la mano y con actitudes poco profesionales y muy amigables.

Joaquín Ruiz Escagedo
El cónyuge de la presidenta del Colegio, militar como ella, se ha mostrado ante todos como un colaborador necesario. En marzo de este mismo año juntó en su casa a la mayor parte de los miembros de la Junta para pedirles que no apoyaran la idea de “sin contratos”. Se atrevió a decirles a todos que los contratos eran lo mejor para Colegio por los beneficios que conllevaban, aunque sin especificar para quién.
Fue este mismo “cónyuge” el que escribió hace pocas fechas un correo electrónico afirmando que el resto de los miembros de Junta eran “enemigos bobos” y repartir descalificaciones entre médicos y abogados. Este “protagonista invitado” todavía no ha aclarado si utilizó el correo oficial del Ministerio de Defensa porque está al mando de una “misión oficial” o porque utiliza los recursos públicos para fines personales.

Gastos de representación inmorales
Parece difícil imaginar que a un presidente haya que retirarle la tarjeta de crédito corporativa, pero es que los gastos de López Arribas han llegado a ser tan escandalosos que no ha habido más remedio. Los miles de euros gastados en restaurantes de lujo, hoteles, taxis, complementos de Apple… hacen que no hayan tenido más remedio que “cortarle el grifo”. Toda esta acumulación de gastos son injustificables ante los médicos que pagan sus cuotas. El resto de la Junta ha decidido voluntariamente entregar sus tarjetas de crédito para mostrar que ellos sí son transparentes.

Consulta privada en el despacho presidencial
¿Sería razonable que se pase una consulta privada en el despacho presidencial del Colegio? Nada es imposible para la dupla Mora-López Arribas. Una mañana salió Antonio Mora del despacho pidiendo silencio porque la presidenta estaba pasando consulta. Seguro que los estatutos del Colegio no dicen que esté prohibido, y en este caso la ética no hay que tenerla en cuenta.

Incapaz de seguir las órdenes de la asamblea de compromisarios
No fue capaz de despedir a Antonio Mora, tal como le pidió la asamblea de compromisarios, sino que le concedió el cargo de “Asesor”. Ahora no quiere atender la modificación estatuaria aprobada por la asamblea de compromisarios del Colegio de Médicos de Madrid. No es demasiado importante si están bien o mal modificados, si a López Arribas le gustan o le disgustan, lo verdaderamente importante es que López Arribas no ha querido aprobar lo que la asamblea de compromisarios ha votado. Está demostrando que no está dispuesta a atender ni al órgano supremo del Colegio. ¿Esto se puede llamar rebeldía?

Involucración de la OMC
La Junta Directiva hace tiempo que es bien consciente de la actitud de López Arribas y sabe cómo se mueve y sus intereses personales, por eso la presidenta ha tratado de llevar la “pelea” a la OMC, intentando dictar, junto con el grupo liderado por el “cónyuge”, lo que se debe hacer. Ha presentado denuncias contra algunos compañeros de Junta, y dado que no ha conseguido lo que pretendía ha amenazado con revisar la plaza de médico que tiene asignada el Presidente Rodríguez Sendín en Toledo por si hubiera algún defecto. ¿Será la mejor de manera de buscar apoyos para su situación?

Miguel Angel Sánchez Chillón y Asun Rosado
Parece que López Arribas esté trabajando para la próxima candidatura de Sánchez Chillón, que quizá todavía no haya aceptado su derrota en las últimas elecciones. Estos dos miembros de la oposición son los únicos médicos que apoyan públicamente a una López Arribas enfrentada con todos. López Arribas se ha buscado unos compañeros de viaje con mucho pundonor y mucha actividad en Twitter, pero más le valdría a ella empezar a trabajar por los colegiados y olvidarse de las próximas elecciones porque ella no estará.

Diego Murillo de AMA y Ricardo de Lorenzo
En los ambientes político-sanitarios es muy comentado que AMA, con Diego Murillo a la cabeza, y Ricardo de Lorenzo están deseando ser colaboradores oficiales del Colegio de Madrid. Flaco favor les ha hecho López Arribas aireando una comida con ellos y diciendo que son los grandes “popes” de la sanidad. ¿Está buscando su apoyo para las próximas elecciones?, ¿a cambio de qué? Ya hay experiencias que muestran que no es la primera vez que López Arribas echa flores a quien luego va a dejar en la estacada. Ambos se están desmarcando de ella porque ahora saben que no es “caballo ganador”.

Juramentos sobre la Biblia
Si no fuera tan grave sería cómico y digno de un “sketch” ver a López Arribas pidiendo a los miembros de la Junta que jurasen sobre la Biblia mantener el secreto de las deliberaciones de los Plenos. No solo parece de personas trasnochadas, sino que es una burla sabiendo que ella lo está contando en la prensa, a la oposición, al marido, en la alcoba…

Grabaciones desde el escote
Hace unos meses la Junta del Colegio decidió grabar los Plenos para poder acudir a los ficheros en caso de necesidad. La falta de ética de la presidenta es tan grande que decidió por su propia cuenta grabarlos ella también, y le han pillado. En una de sus mayores muestras de desprecio hacia la corporación, sus miembros, los trabajadores y todos los médicos se escudó diciendo que “no se fía”. No parece que meterse una grabadora en el “canalillo” sea lo mejor para combatir la desconfianza que hay entorno a su persona. Aunque ella no se lo crea es la presidenta de los médicos de Madrid, pero su actitud es más propia de un delincuente.

..Alfonso González

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