Las Comunidades Autónomas tienen que empezar a aplicar el copago de fármacos de dispensación hospitalaria para pacientes que no estén hospitalizados. La medida aprobada por el Gobierno el pasado mes de septiembre entró e vigor el 1 de octubre, aunque se dio un plazo de tres meses para adaptarse a la medida.
Solo Ceuta y Melilla comenzaron a aplicar la medida, pero ninguna Comunidad Autónoma, ni siquiera las del Partido Popular. Castilla y León, Andalucía, País Vasco o Canarias han recurrido o han anunciado que lo harán, mientras que Galicia, Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria, Murcia y La Rioja anunciaron en su momento que lo harían a partir de enero.
Un medida sin apoyo de nadie
Esta medida no ha encontrado aliados en ningún agente social, el resto de los partidos, las asociaciones profesionales de médicos o los pacientes han pedido que dejen “sin efecto” la medida, pero desde el Ministerio de Sanidad Ana Mato no ha dado su brazo a torcer y finalmente la media se ha puesto en marcha.
Esta medida pretende que se cumpla el Decreto de medidas de consolidación y garantía del sistema de la Seguridad Social aprobado el 30 de noviembre de 2012 con el objeto de equiparar las dispensaciones mediante receta médica y orden de dispensación hospitalaria a efectos de la aportación de los usuarios y sus beneficiarios en la prestación farmacéutica ambulatoria. Son mayoritariamente medicamentos que sin tener la calificación de uso hospitalario tienen establecidas reservas singulares para limitar su dispensación a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales, pero pertenecen a grupos terapéuticos considerados de aportación reducida.
..Alfonso González
