El británico Stephen Power ha sido el primero en ser sometido a una operación de reconstrucción facial utilizando una impresora 3D.
El hombre de 29 años sufrió heridas graves y múltiples traumatismos en la cara tras sufrir un accidente de moto en 2012. El paciente se rompió ambos brazos y una pierna, y además su rostro quedó dañado con la rotura de ambos pómulos, la nariz, parte del cráneo y la parte superior de la mandíbula.
El paciente asistió al hospital Morriston de Gales para que se le llevara a cabo la reconstrucción de las partes de su cara, construidas con técnicas de impresión 3D. Los especialistas escanearon la cara del paciente para diseñas las guías por donde cortar y colocar los huesos, así como láminas e implantes de titanio para sujetarlos.
Los responsables del Centro de Tecnologías Aplicadas en Cirujía Reparadora anunciaron que habían utilizado el modelo tridimensional en todo momento, para cortar el hueso dañado, y describieron la intervención como altamente existosa, pese a haber tenido una duración de más de ocho horas. Además, aseguran que “el ojo de Stephen está ahora un poco más alto y el pómulo también está mejor colocado”.
El paciente ha indicado que la intervención le ha cambiado la vida, y ha recordado que desde que sufrió el accidente utilizaba gafas y sombrero para ocultar los traumatismos y ha manifestado que “ya no voy a tener que disfrazarme”.
Los expertos aseguran que esta novedosa técnica supone una revolución en este tipo de prácticas y puede contribuir a mejorar la atención en otro tipo de pacientes con problemas similares. Se espera que en función vaya generalizándose el uso de estas impresoras 3D, también se irá abaratando el coste de los sistemas.
..Débora Rey
