La artrosis es la causa más común de incapacidad en personas de edad avanzada, afectando a más del 70% de los mayores de 50 años

Más del 70% de los mayores de 50 años presenta signos de artrosis en alguna parte del cuerpo, siendo esta la causa más común de incapacidad en las personas de edad avanzada, según asegura la geriatra del Hospital de Salamanca, Carmen Pablos. Además, explica que aunque puede afectar a todas las articulaciones, son las manos, rodillas, caderas y columna vertebral donde se produce con más frecuencia.
La artrosis está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la cuarta enfermedad que más calidad de vida resta a los pacientes por cada año vivido. El dolor y la incapacidad funcional que causa se va acrecentando con el paso del tiempo, por lo que para reducir su gravedad y por ende los efectos que causa en quienes la padecen, el geriatra del citado hospital, Alfonso González Ramírez, recomienda “controlar el peso en valores normales para la altura y la estructura corporal, mantenerse activo y evitar la sobrecarga excesiva en las articulaciones a medida que se envejece”.

Al hablar de cuáles son las enfermedades reumáticas más frecuentes en la población anciana, la artrosis ocupa el primer lugar seguida de la artritis inflamatoria, la polimialgia reumática y arteritis de la temporal, la osteoporosis y la osteomalacia. Uno de los estigmas que acompaña a estas enfermedades, como reconoce la geriatra Carmen Pablos, es que “no es fácil conocer cuál es la prevalencia de cada una de ellas”, ya que están sujetas a distintas variables como “la localización y la importancia que se le otorgue a la radiografía, y a criterios como la edad y sexo de los sujetos”.

Sin embargo, hay algo que sí parece estar claro, y es que afecta más a mujeres en las manos, rodillas y cadera, y puede deberse a los bajos niveles de estrógenos por la menopausia. Los expertos advierten que los principales factores de riesgo y por tanto los que más agudizan su aparición son la obesidad, la edad, las actividades que se realizan en la vida diaria, la densidad mineral ósea y los factores nutricionales.

El éxito para tratar las enfermedades reumáticas, como explica el geriatra González Ramírez, “radica en su correcto diagnóstico” y en aplicar un tratamiento que “debe ser individualizado y ajustarse a la articulación afectada”. El tratamiento debe tener unos objetivos claros para paliar la enfermedad, como es “controlar la sintomatología, mantener la función articular y reducir al máximo la progresión de la enfermedad”.

Al respecto, la geriatra asevera que tres son los grupos terapéuticos que existen; los que reducen la sintomatología del paciente; los que reducen, frenan o revierten la destrucción del cartílago articular, y el tratamiento quirúrgico consistente en un lavado articular, osteomía o prótesis.

Pormenorizadamente, el primer tipo de tratamiento, que se basa en una terapia no farmacológica, se centra fundamentalmente en terapia ocupacional encaminada a la educación sanitaria que explique al paciente que soluciones hay para poder reducir la carga de peso que soportan las articulaciones, siendo las más importantes la disminución de peso que favorece sobremanera la reducción de los síntomas y retrasa la destrucción del cartílago; el uso de bastones, el empleo de ultrasonidos, infrarrojos o baños de parafina, y el ejercicio aeróbico entre otros.

Sobre la terapia farmacológica, dos son los tipos de medicamentos que se emplean; los que sirven para controlar el dolor, y los que preservan el cartílago articular y frenan de esta manera la evolución de la enfermedad.
..Emilio Ramirez

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