La XX Conferencia Mundial sobre el sida, marcada por la tragedia del avión de Malaysia Airlines derribado en Ucrania

La XX Conferencia Mundial sobre el sida que comenzó este pasado domingo en Melbourne (Australia), y que se prolongará hasta el próximo viernes, está y estará marcada para siempre por la tragedia del avión de Malaysia Airlines derribado en Ucrania. La ceremonia de apertura estuvo marcada por la trágica ausencia de los seis científicos e investigadores que iban a estar presentes en la Conferencia. Entre los fallecidos se encontraba Josep Lange, considerado uno de los mayores expertos internacionales en VIH y que fue presidente de la Sociedad Internacional sobre sida entre 2002 y 2004.

Tras guardarse un minuto de silencio por la muerte de estos seis investigadores renombrados del VIH, bajo el lema ‘Acelerar el ritmo’ en la reunión se darán cita 12.000 participantes de todo el mundo con el objetivo según informa la Sociedad de discutir sobre los últimos avances en investigación, y escuchar en voz de los expertos en qué momento se encuentra el virus. A lo largo de los cinco días que durará la conferencia (20-25 de julio), se hará especial hincapié a lo concerniente en estrategias y retos de curación del virus, siendo estos los puntos a tratar: la prevención a través de la proxilasis pre-exposición; el tratamiento con antirretrovirales como prevención; la circuncisión masculina voluntaria; la tuberculosis y la coinfección de hepatitis C, y el VIH y los anticonceptivos hormonales.

En la ceremonia de inauguración, los expertos valoraron positivamente los datos de acceso a tratamiento y nuevas infecciones por VIH, pero no obviaron la realidad que está presente, y es que el virus aún está lejos de ser derrotado y que para que se pueda llegar a su fin, es necesario acabar con la discriminación que sufren las poblaciones clave que están afectadas.

Al respecto, y precisamente como uno de los objetivos clave de esta conferencia, es consolidar la importancia de la no discriminación de estos colectivos clave (hombres que tienen sexo con otros hombres, los profesionales del sexo, los transexuales y las personas que consumen drogas) para que la respuesta hacia el virus sea lo más eficaz y contundente posible. Para ello, los asistentes recordaron la importancia que los programas de salud pública tienen y la necesidad imperiosa de que no existan leyes discriminatorias que al mismo tiempo estigmatizan a estos colectivos y por ende los hacen más vulnerables de cara al virus y a la sociedad.
..Emilio Ramirez

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