Dosis bajas de Aspirina pueden reducir el riesgo de formación de coágulos de sangre

Dosis bajas de Aspirina reducen la aparición de nuevos coágulos de sangre venosa y representan una opción de tratamiento razonable para los pacientes que no son candidatos a tomar fármacos anticoagulantes a largo plazo, como la warfarina, y es que esta afirmación se concluye según un nuevo estudio publicado en la revista ‘Circulation: Journal of the American Heart Association’.

En palabras del autor principal del estudio, el profesor John Simes, de la Universidad de Sydney (Australia), “el efecto del tratamiento con Aspirina es menos del que se puede con inhibidores directos de la trombina de nueva generación, que pueden conseguir más de un 80% de reducción de los acontecimientos adversos cardiopulmonares y circulatorios. Sin embargo, la Aspirina representa una opción de tratamiento útil para los pacientes que no son candidatos a fármacos anticoagulantes por su coste o el aumento del riesgo de sangrado asociado con los anticoagulantes”.

El estudio revela como en comparación con los pacientes tratados con placebo, los que tomaron 100 miligramos diarios de Aspirina tenían un tercio menos de riesgo de tromboembolismo (obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo que se ha desplazado desde otro sitio en la circulación); trombosis venosa profunda (formación de un coágulo de sangre en una vena profunda, predominantemente en las piernas); embolia pulmonar (coágulo de sangre que afecta a las arterias que suministran sangre a los pulmones); infarto de miocardio (ataque al corazón), ictus o muerte cardiovascular.

Los autores de este consideran que tomar Aspirina regularmente sería muy beneficioso para aquellas personas que no pueden seguir un tratamiento con los medicamentos anticoagulantes, y es que la mayoría de las personas que han tenido un coágulo sanguíneo en una vena de la pierna (trombosis venosa profunda) o una embolia (donde los coágulos bloquean el flujo de sangre) están en tratamiento anticoagulante como la warfarina durante al menos seis meses, primero para disolver el coágulo y luego para evitar que vuelva a ocurrir.

Como indica el profesor Simes, la trascendencia de este estudio hace que este tratamiento sea considerado “una alternativa a la anticoagulación a largo plazo”, destacando además que “será especialmente útil para los pacientes que no quieren padecer la inconveniencia de estar bajo estrecha vigilancia médica o el riesgo de sangrado”. También añade la repercusión que el empleo de la Aspirina puede tener a nivel económico, y es que la “Aspirina será ideal en muchos países donde el tratamiento anticoagulante prolongado es demasiado caro”, señalando como “una ventaja importante de este tratamiento es su costo-efectividad, puesto que la Aspirina es barata. Esto podría significar un ahorro de millones de dólares de asistencia sanitaria en todo el mundo”.
..Emilio Ramirez

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