Madrid y Castilla-La Mancha protagonizaron la semana pasada un nuevo rifirrafe por la atención a pacientes desplazados y de zonas limítrofes, después de que el consejero madrileño Javier Rodríguez advirtiera a su homólogo José Ignacio Echániz que, si no tiene dinero para pagar la asistencia de castellanomanchegos en Madrid, tendrá que atenderlos en su propia autonomía. “Si no tienes para pagar más, opérales tú”, dijo sin tapujos la semana pasada Rodríguez. La disputa entre autonomías por la atención a pacientes de otras comunidades no es nueva. Estas dos mismas regiones protagonizaron también un duro altercado hace ahora cinco años, cuando el entonces consejero madrileño, Juan José Güemes, llamó textualmente “caradura” al entonces presidente manchego, José María Barreda, al tiempo que blandía una foto de ambulancias castellanomanchegas a las puertas de hospitales madrileños para demostrar cómo Madrid hacía frente a los costes de la atención de pacientes de su comunidad vecina sin que ésta pagase lo que le correspondía. La escasa dotación del mecanismo de compensación entre autonomías creado al calor de las transferencias sanitarias de 2001, el Fondo de Cohesión Sanitaria, nunca fue capaz de cubrir, según las autonomías, el coste total de la atención a este colectivo de turistas nacionales, habitantes en zonas limítrofes y pacientes atendidos en centros y unidades de referencia. (Diario Médico)